Componentes del Servicio de Protección de la Naturaleza (Seprona) de la Guardia Civil de La Puebla del Río (Sevilla) han imputado a la responsable de una explotación equina de Bollullos de la Mitación por un supuesto delito de maltrato animal, pues los agentes hallaron en el lugar a 28 equinos desnutridos, con diferentes enfermedades y lesiones cutáneas. Según ha informado el Instituto Armado en un comunicado de prensa, fue un ciudadano quien dio la voz de alarma por medio de una llamada telefónica en la que denunciaba un posible caso de maltrato de caballos en una finca situada en el término municipal de Bollullos de la Mitación.
Los agentes del Seprona de La Puebla del Río, con idea de comprobar los hechos denunciados, realizaron una inspección de la finca, acompañados por un veterinario de la Oficina Comarcal Agraria Poniente de Sevilla de la Consejería de Agricultura, Pesca y Desarrollo Rural.
Una vez en la explotación, fueron atendidos por la persona que figuraba como representante de la misma, una mujer identificada como M.C.G.S., mientras que también había un encargado que daba de comer a los animales con el alimento que le proporcionaban.
Durante la inspección, tanto los agentes de la Guardia Civil como el veterinario comprobaron el estado de los animales, observando que, de los 28 equinos, entre yeguas, caballos y potros, solo dos yeguas que se encontraban en un corral aparte presentaban un estado aceptable, mientras que el resto de los animales se encontraban en evidente estado de desnutrición y muchos de ellos presentaban mal aspecto, con lesiones cutáneas y heridas. 
Con respecto al alimento para los equinos, en el almacén solo se halló medio saco de pienso y cierta cantidad de paja en 'pacas'. Continuando su inspección, la Guardia Civil observó restos de una hoguera sobre la que se habían depositado basuras, pero, al remover la basura, comenzó a salir humo y se apreció un fuerte olor a cadáver en descomposición. Los agentes descubrieron fauna cadavérica todavía viva --larvas de dípteros y gusanos--, así como trozos de animal grande, posiblemente equino, que no se habían llegado a quemar totalmente.
Una vez recogidas todas las pruebas e indicios, se levantó acta del registro y se imputó a la mujer responsable de la alimentación y bienestar de estos animales por un supuesto delito de maltrato animal.
