El patrón del pesquero que fue tiroteado por un avión militar en aguas de Cádiz ha sido imputado de un delito contra la seguridad de los trabajadores, ya que la investigación sobre los hechos ha determinado que debía conocer que estaba faenando en una zona donde se realizaban maniobras militares.
Fuentes de la Subdelegación del Gobierno en Cádiz han confirmado a Efe que, tras investigar el incidente, ocurrido a unos 80 kilómetros de la costa, se ha comprobado que se cumplieron los protocolos pertinentes de advertencia de que se iban a realizar ejercicios militares esos días en la zona, marcada como peligrosa en las cartas náuticas.
Además, se hicieron también avisos por el canal de navegación, que los barcos tienen la obligación de llevar siempre abiertos, por lo que el patrón del pesquero de Sanlúcar de Barrameda (Cádiz) "tenía la obligación de conocer que estaba en una zona de tiro".
El patrón llevaba a bordo a dos trabajadores y, según las mismas fuentes, estaba justo en la mitad" del área, de bastante amplitud, ya que es una zona de entrenamiento militar en la que se pueden hacer ejercicios, como el lanzamiento de misiles.
Por ello, el pasado miércoles el patrón del pesquero pasó a disposición del juzgado de instrucción número 4 de Sanlúcar de Barrameda, encargado del caso, como imputado de un delito contra la seguridad de los trabajadores.
El incidente se produjo el pasado 12 de abril, cuando un proyectil inerte (sin carga) de unos diez centímetros lanzado desde un avión militar impactó en la proa del barco llegando a perforar su tabla.