El monumento en honor a las víctimas del franquismo quedó inaugurado ayer, con la presencia del presidente de la Fundación de la Memoria Histórica de Andalucía, Fernando Soto; el alcalde de Dos Hermanas, Francisco Toscano (PSOE); y la concejal de Deporte y presidenta de la Comisión para la Memoria Histórica de Dos Hermanas, María Antonia Naharro, una de las mayores artífices del levantamiento de este homenaje. Fue una vez ensambladas las placas en la escultura, junto al antiguo campo de trabajo de Los Merinales.
La esperada puesta de largo del monumento, promovido por el Ayuntamiento de Dos Hermanas y bautizado como El fusilado y que es una obra de Leopoldo González Andrade, un pintor del colectivo Ventana Plástica, fue sencilla. Consistió en el descubrimiento de las placas, toda vez que la escultura, de seis metros de altura y 5,8 toneladas de peso, lleva ya colocada varios meses y expuesta a todo aquel que pase por la N-IV a la altura de Bellavista (Sevilla).
El sitio donde está, a parte de idóneo para que todo el mundo lo vea, es significativo como homenaje a los que murieron en la Guerra Civil y a los que fueron víctimas de la represión posterior con la creación del campo de concentración de Los Merinales, donde entre 1940 y 1962 estuvieron más de 10.000 presos políticos. Fueron los que hicieron el Canal del Bajo Guadalquivir.
