Dos incendios, uno fortuito y otro, al parecer, provocado, ha sufrido Las Cabezas de San Juan la madrugada del jueves y la tarde del viernes. En ambos casos no hubo que lamentar víctimas, pero los afectados han denunciado el retraso en la llegada de los bomberos desplazados desde Lebrija y Los Palacios.
El mes de diciembre no ha comenzado nada bien para Las Cabezas de San Juan, que después de los dos terribles accidentes ocurridos el fin de semana pasado, con víctimas mortales, se le une ahora una oleada de incendios que han provocado la alarma social en el municipio.
El primero de ellos ocurría en la madrugada del miércoles al jueves, a las 2.30 horas cuando, según fuentes de la Guardia Civil, un cortocircuito en la fachada de una vivienda de la calle Burgos, se extendía a una furgoneta que se encontraba estacionada junto a la casa, que a su vez incendiaba a dos vehículos situados junto a ella. La magnitud de las llamas provocó que la instalación eléctrica de la vivienda también ardiera, por lo que las explosiones ocasionadas alarmaron a toda la vecindad.
Dentro de la vivienda afectada se encontraba una mujer de 91 años con su hija y su nieto, quienes tuvieron que escapar de su casa saltando al patio de una vecina a través de la azotea, ya que la entrada principal estaba totalmente en llamas. "Mi nieto me lió en una manta, me cogió en brazos y me llevó hasta la casa de la vecina", explica Dolores Guijo, que aún está conmocionada por lo que vivió esa noche.
Pero éste no ha sido el único incendio acontecido en las últimas horas, puesto que el viernes a las 20.15 horas en la calle José Díaz salía ardiendo un coche de la marca Hummer, valorado en 70.000 euros. La Policía Judicial sospecha en esta ocasión que el incendio fue provocado ya que la explosión de los cristales hacia afuera hace suponer que el fuego comenzó dentro del vehículo.
"Yo estaba en una boda cuando me llamó mi cuñado y me avisó de que el coche estaba ardiendo en la puerta de mi casa", explica José Antonio Becerra, propietario del vehículo que quedó totalmente calcinado.
En ambos incendios los bomberos tuvieron que desplazarse desde Los Palacios y Villafranca y Lebrija para atajar el fuego, por lo que tardaron entre 30 y 45 minutos, hecho que quieren denunciar los afectados. "No es justo que un pueblo de más de 15.000 habitantes no tenga ni siquiera un camión de bomberos para socorrer en un primer momento las emergencias que suceden, y si lo hay, en mi casa no apareció", comenta Becerra, consternado por la demora de los servicios.
