Según informaron ayer fuentes del Centro de Coordinación Operativa de Sevilla (Cecop), los hechos se produjeron hacia la una y media de la tarde cuando el hombre, de entre 60 y 70 años de edad, se encontraba en su piso, en el número 24 de la calle Pino, una de las periféricas de Torreblanca. El anciano, que según el testimonio de varios vecinos vivía solo, sin familia, y tenía problemas de salud, se puso a cocinar en su hornilla y, en un momento determinado, sufrió algún tipo de infarto, cardíaco o cerebral, que acabó con su vida mientras en el fuego seguía cocinándose la que hubiera sido su comida.
La sartén salió ardiendo y prendió en los muebles de la cocina, de aglomerado y madera, con lo que el fuego tomó cuerpo muy rápidamente. La cocina estaba completamente quemada cuando los vecinos, alertados por el fuerte e intenso humo, avisaron a los Bomberos de Sevilla. Según el Cecop, se personaron en Torreblanca hasta cinco unidades especializadas, que descubrieron el cuerpo del hombre fallecido sin heridas violentas y sin quemaduras, lo que les confirmó que murió de forma natural.
Las llamas estaban bajas cuando los equipos llegaron a la vivienda y, además, seguían reconcentradas en la zona de la cocina, que tenía las puertas cerradas, lo que evitó que se extendieran por el resto de la casa. Sin embargo, el humo se había propagado por las viviendas aledañas, por lo que los profesionales se centraron en aliviar la situación, para que no afectara a los demás vecinos. Fuentes municipales confirmaron que no fue necesario evacuar a nadie más y que tampoco se produjeron problemas sanitarios entre los residentes cercanos, aunque varias personas mayores sufrieron crisis nerviosas ante la pérdida de este vecino.
El tránsito por la calle Pino tuvo que ser paralizado entre la una y media y las tres de la tarde, que fue el tiempo que los bomberos tardaron en rescatar el cuerpo del fallecido, del que no ha trascendido su identidad.
