Indagan si el supermercado de Écija vendía productos caducados hace dos años

Chocolates caducados hace dos años, papillas para niños con la fecha cumplida, queso fresco que no hace honor a su apellido y cereales, batidos y otros productos cuya fecha de caducidad había pasado "hace mucho", según fuentes de la investigación, son algunos de los alimentos intervenidos en el supermercado de Écija al detectarse que su etiqueta había sido supuestamente manipulada por los responsables.

el 26 nov 2010 / 17:52 h.

Lo que era una inspección rutinaria de las muchas que hace la Policía Local cuando se acercan las fiestas navideñas para controlar el buen estado de alimentos y otros productos, derivó este jueves en el precinto de un hipermercado del barrio de El Valle, Super M, y la detención de su responsable, que pasó ayer a disposición judicial y al que se le podría imputar un presunto delito contra la salud pública, según las mismas fuentes. Y es que en el supermercado los agentes encontraron productos caducados puestos a la venta y otros con la fecha de caducidad alterada. "En algunos casos era una fecha escrita de forma burda encima, en otros con un etiquetado nuevo, pegado sobre el original", señalaron las mismas fuentes.


Dos inspectores de Salud Pública de la Junta de Andalucía analizaban ayer por la tarde ese etiquetado y el estado en general de los productos que se encuentran en el supermercado, con la oportuna autorización judicial. La labor de estos inspectores se centrará básicamente "en comprobar si el etiquetado de los productos es el correcto, si han sido o no manipulados y si la fecha de caducidad que pone se corresponde realmente con la que tienen", según fuentes de la Delegación Provincial de Salud. Paralelamente, se llevará a cabo una inspección ocular de la limpieza del local, "así como de la correcta temperatura de los productos que en el mismo se hallan, sobre todo, de los perecederos".

Ni la Junta de Andalucía ni el Ayuntamiento de Écija entraron a valorar el posible fraude cometido en este establecimiento, con licencia de apertura desde 1994. Las autoridades sanitarias de la Junta de Andalucía apuntaron que un consistorio tiene competencias para cerrar un comercio de este tipo cuando detecta posibles anomalías perjudiciales para la salud.

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