Bolton vía Manchester. En aquellas vísperas navideñas de 2005 iba a vivir unos días sorpresivos y muy gratos porque me iban a deparar un regalo inolvidable de Reyes Magos anticipados. Había viajado a Barcelona el sábado 10 de diciembre para un partido de liga en el Camp Nou con el Barça que televisó Canal Plus y que perdieron los de Juande Ramos por 2-1. Pernoctamos en el Hotel Meliá Sarriá y por la mañana del lunes tomamos un vuelo que había salido previamente de Sevilla y nos recogió en El Prat para seguir ruta hasta Manchester, ya que Bolton está en la zona del Gran Manchester y el equipo quedaría concentrado en un Hotel Marriot en un bellísimo bosque que estaba muy cerca tanto de Manchester como de Bolton, donde jugaría el miércoles 14 de diciembre el Sevilla.
En aquella zona de Inglaterra conviven un gran número de equipos de la Premier League. Dos grandes, como son Manchester United y Liverpool, el City, el Everton, el Wigan, el Blackpool, el Blackburn y muy cerquita están Stoke, Wolverhampton, Birmingham, Aston Villa y el Bolton. Así que los viajes son muy cómodos y la rivalidad es máxima en esta serie de partidos que conforman materialmente el cincuenta por ciento del calendario de la liga inglesa.
El partido de Bolton no requería mucha historia porque el Sevilla estaba clasificado para los dieciseisavos de final de la UEFA junto a los equipos de su grupo el Zenit de San Petersburgo y el propio Bolton. El partido de saldó con empate a uno en el Reebok Stadium en una noche gélida y con un equipo circunstancial mirando más hacia adelante que ante el trámite de obligado cumplimiento que fue el partido de Inglaterra.
Pasaban las horas en aquel hotel metido dentro de la naturaleza que tenía un largo pasillo donde había multitud de cuadros de equipos y selecciones nacionales que habían escogido tan paradisíaco lugar por la cantidad de equipos que están en esa zona y que lo escogían cuando se desplazaban para sus partidos. Los aficionados visitaban Manchester y Liverpool y los dirigentes también aprovecharon para conocer Anfield y Old Trafford. En la víspera, en el entrenamiento oficial, mi compañero Miguel Ángel Chazarri me insistía en que fuéramos a conocer el museo y el estadio del United. El coordinador de la UEFA nos dijo que era imposible porque tenía ese mismo día un partido de liga aplazado el Manchester United con sus vecinos de Wigan y los días de partido están suspendidas las visitas.
Entonces recuerdo que a lo mejor si me pongo en contacto con Sir Bobby Charlton puede interceder para que podamos visitar Old Trafford. El coordinador de la UEFA amablemente se pone en contacto con el jefe de prensa que era conocido suyo y le dice que ha dejado el cargo. Los problemas empiezan, pero nosotros no desistimos. Sabemos que el cargo ha recaído en una hija del mítico Dennis Law y está tan ocupada que nos da largas. Siguen nuestras insistencias. Abogamos para que contacte con la señora de Charlton, que habla español, y le recuerde la visita que hizo a Sevilla en la que se fue encantada y nos dijo que si necesitábamos algo en Manchester recurriéramos a ellos. Por la mañana, estando desayunando, el coordinador de la UEFA nos llama para decirnos que nos están esperando para enseñarnos el museo y Old Trafford.
Regalo de Reyes. En un taxi nos encaminamos a Manchester Manoli Chico, Miguel Ángel Chazarri y servidor. En las puertas un miembro del club se puso a nuestra dispopsición. Logramos que Curro Sanjosé, su esposa y paisana de Alcalá, Amparo y un matrimonio que le acompañaba también pudieran entrar. Le hicimos ver que Sanjosé había sido capitán del Sevilla y no pusieron problemas. Old Trafford a nuestros pies. Conocimos las interioridades que encierra una de las más bellas historias de uno de los clubes más importantes del orbe y nos quedamos de piedra en la sala donde rinden tributo a las víctimas del accidente aéreo de Múnich. Hoy todavía me emociono como lo haría en Anfield ante esos recuerdos de las víctimas de los equipos ingleses por el que guardan un respeto fuera de lo común.
La liguilla dio paso a las eliminatorias. Hubimos de viajar dos veces a Rusia. Una a Moscú, donde el Sevilla dejó fuera al Lokomotiv, y otra a San Petersburgo, bien conocida de anteriores enfrentamientos y donde pasé una tarde inolvidable con Jesús Bores, Juan Arenas, Pepe García Quiles y sus esposas visitando la ciudad y a la mañana siguiente volver a esa maravilla que es el museo del Hermitage, situado muy cerquita del bellísimo y extraordinario Hotel Europa. También volvimos a Francia, otra vez a Lille, y llegó el gran momento del Sevilla, que fue su semifinal con el Schalke 04 en la ciudad de Gelsenkirchen.
Semifinal con el Schalke 04. Llegaría para el Sevilla FC su gran día el 22 de abril de 2006. Era la ida en Gelsenkirchen mientras estaba fijada la vuelta para el jueves siguiente, que coincidía con día grande de nuestra incomparable Feria de Abril. Es curioso pero en días tan significativos de Feria y Semana Santa ha jugado el Sevilla partidos claves en eliminatorias de UEFA. Con el Tottenham un Jueves Santo y la vuelta del Schalke en las semifinales que dieron paso al hito de Eindhoven.
Alemania estaba preparando el Mundial y en el modernísimo estadio Velstin Arena donde juega el Schalke 04 se iban a jugar partidos de la primera fase y uno de cuartos de final. El sevillismo fue de forma masiva a este partido intuyendo que estaba muy cerca la posibilidad de un título continental. Ahora bien, el rival era durísimo como lo fue el partido que terminó con empate a cero y disparó el optimismo añadiéndosele un jueves de Feria de Sevilla.
Es la primera vez y quizás la única que he visto un terreno de juego de césped natural movible. Cuando me lo contaron me pareció una broma. Al llegar al estadio para el entrenamiento oficial nos colocaron el autobús en un inmenso aparcamiento y nos explicaron que esas enormes dimensiones se debían a que era la zona en la que se colocaba el césped del terreno de juego para que le diera el sol. El campo estaba totalmente cerrado, y se le practicaban fuera los cuidados necesarios para que estuviera en condiciones para los partidos. Ya dentro vimos los rodillos y el entramado de cables que daban lugar a un artilugio que sacaba el terreno de juego al enorme solar que utilizaban los días de partidos para aparcamientos.
La historia de la vuelta está en la mente de todos por dos acontecimientos que serán imborrables para el sevillismo. El primero, el emocionante partido con prórroga incluida que dio lugar al golazo de Antonio Puerta que daría lugar a la final de Eindhoven. Y el segundo, ese recuerdo imperecedero que estará siempre en la memoria de los aficionados al fútbol y muy especialmente en la de los sevillistas, que fue la muerte de Antonio Puerta en la flor de su vida. Todavía tenemos en nuestra mente ese mediodía en un hotel de Atenas esperando el partido de clasificación de Champions ante el AEK donde recibimos el enorme mazazo de su fallecimiento. La vida se le fue a Antonio cuando disfrutaba de las mieles del éxito personal y deportivo. Quizás esa noche de feria de Sevilla en el éxtasis del gol que llevó a su equipo a la final, noche de sueños inolvidables, esperaba la crueldad de un destino que sólo dejó saborear a Antonio Puerta el éxito de Eindhoven cuando por su fútbol de calidad hubiera disfrutado de muchos y grandes éxitos más a lo largo de su carrera deportiva.
