Jean Giraud. Gir. Moebius. Un nombre. Dos alias. Y un asombroso talento detrás de todos ellos. Nacido en 1938, Jean Giraud comenzó su andadura en el mundo de la Bande Dessinée (o BD, nombre por el que se designan los cómics en Francia) a mediados de la década de los cincuenta con la publicación de multitud de historias del Oeste, un género que después llevaría a lo más alto con su trabajo en Blueberry y bajo la batuta de Charlier en los guiones. Firmando aquí como Gir o después con su nombre completo, el dibujo del artista galo para estas historias y todas las que después se han editado del teniente americano es de un clasicismo arrebatador.
Pero ése no es Moebius. Aunque parezca increíble, Moebius es un personaje totalmente diferente que cohabita (y el autor ha admitido abiertamente que gracias al consumo de marihuana) su cerebro. Esta división provoca que, cuando el autor firma como el famoso astrónomo y matemático alemán, los resultados artísticos sean completamente diferentes: compartiendo cierta compulsión por el detalle, el trazo de Moebius es mucho más limpio que el de Giraud, y sus intereses son diametralmente opuestos, cultivando el primero un gusto desaforado por la ciencia-ficción más alucinógena que le ha llevado a crear con el tiempo varios de los títulos más importantes del género en lo que a cómic se refiere (ver cuadro a la derecha).
Ahora, y tras haber abandonado el consumo de la citada planta, el autor francés nos trae Inside Moebius, un viaje quizás más alucinado que nunca por su propia psique, analizando sus demonios y lo que impulsa a un artista de su talla a crear. Para ello, y armado con la simpleza que le da el uso de un bolígrafo Pilot (acompañado de una paleta de color sencilla y agradable), Moebius usa a sus personajes más conocidos como acicates sobre los que ir avanzando en esa mirada interior que se transforma, poco a poco, en una lúcida crítica de los parámetros que definen esta sociedad post 11-S en la que nos encontramos inmersos. Imprescindible.
