Hasta cuatro inspectores pertenecientes a la Secretaría General de Instituciones Penitenciarias se han desplazado hasta la cárcel de Sevilla I, de donde en el día de ayer jueves se fugaron dos reos, para interrogar a varios funcionarios y presos al objeto de analizar las circunstancias de la huida, observar qué fallos pudo haber en las medidas de seguridad pasivas, y, en su caso, depurar responsabilidades.
En este sentido, fuentes penitenciarias informaron a Europa Press de que en torno a las 9,00 horas de hoy viernes llegaron a la prisión sevillana un total de cuatro inspectores, que han tomado declaración a dos funcionarios, a un jefe de servicio y a varios presos del módulo 7 de preventivos, todo ello tras la orden recibida a este respecto por Instituciones Penitenciarias, que ha calificado la fuga como "muy grave".
En el día de ayer se escaparon de la prisión de Sevilla I dos reos, identificados como Mohamed Larli, marroquí de 22 años que cumplía condena de tres años y seis meses por robo con violencia, mientras que tenía también una causa preventiva por robo; y R.H.C., cordobés de 28 años, más conocido como 'El Rafi', y que se encontraba en prisión preventiva por el homicidio perpetrado a tiros en Bujalance sobre la persona de José Reyes en noviembre de 2008, mientras que también cumplía una condena de siete años y seis meses por robos.
La Dirección General de Instituciones Penitenciarias ya calificó de "muy grave" la fuga de dos presos del módulo 7 de preventivos de la prisión de Sevilla I, por lo que ha solicitado que se refuercen las medidas de seguridad, sobre todo en lo relativo a las guardias nocturnas.
Según fuentes consultadas por Europa Press, la fuga se habría detectado a primera hora de la mañana --7,30 horas-- de ayer jueves, cuando los funcionarios procedieron a realizar el recuento y constataron que faltaban dos reos. Tras detectarse la huida, se activó el protocolo creado para estos casos, desplegando la Guardia Civil un dispositivo de búsqueda por toda la provincia.
Sobre la huida, la Agrupación de los Cuerpos de la Administración de Instituciones Penitenciarias (Acaip) apuntó que, debido a las reformas realizadas en las celdas del módulo siete o de preventivos, los internos, que se encontraban en la misma celda, "pudieron con suma facilidad quitar un par de ladrillos que les dieron acceso a la mampara donde se encuentran el registro de electricidad y fontanería de la celda, forzando la puerta de la mampara para conseguir acceder a la galería de las celdas".
SIN CAMARAS DE VIGILANCIA
Desde este punto se dirigieron a la ventana de la galería, "que por cierto es de hierro dulce de los años 80 y que se encuentra apenas a dos metros del suelo". Dicha ventana no fue impedimento alguno para "que consiguieran reventarla y salir al exterior", donde "en ningún momento los dispositivos de seguridad perimetrales del recinto funcionaron".
"Al parecer se encontraban apagados o simplemente no funcionan, como suele ser frecuente", criticó el sindicato, que además advirtió de que "las rondas nocturnas realizadas por parte de los funcionarios no pudieron impedir la fuga, ya que en la noche de ayer el ruido ensordecedor de la lluvia sobre el tejado de chapa del módulo impedía escuchar absolutamente nada".
Además, según Acaip, "no existe ninguna cámara de vigilancia interna dentro del recinto y las únicas que existen son las perimetrales, que en este caso, ni siquiera han funcionado". Por eso, lamentó que en la gestión de la Secretaría General de Instituciones Penitenciarias "prime el gasto en eventos, tratamiento, salidas o terapéuticas, en lugar de destinarlo a mas seguridad tanto técnica como en estructuras".
