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Instalada una estructura metálica para proteger la Puerta de Sevilla de Carmona

Buena parte del alcázar de la Puerta de Sevilla presenta ahora un aspecto muy diferente al de hace sólo dos meses. Un esqueleto de acero será, mientras duren los trabajos de restauración, el compañero del edificio. De 12 a 14 meses durará la intervención, cifrada en 270.000 euros.

el 16 sep 2009 / 07:19 h.

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Buena parte del alcázar de la Puerta de Sevilla presenta ahora un aspecto muy diferente al de hace sólo dos meses. Un esqueleto de acero será, mientras duren los trabajos de restauración, el compañero del edificio. De 12 a 14 meses durará la intervención, cifrada en 270.000 euros.

Las arrugas de la edad no perdonan y más cuando la antigüedad se cuenta por milenios. La aparición de varias grietas de grandes dimensiones provocaron que saltara la voz de alarma. El alcázar necesitaba una actuación urgente. En primer lugar los desprendimientos obligaron al Ayuntamiento de Carmona a acotar el lugar por motivos de seguridad. Posteriormente se iniciaron los trámites necesarios para que el Ministerio de Cultura y la Junta de Andalucía tomaran cartas en el asunto.

Todo se materializó en un plan de actuación urgente. Las tareas de mantenimiento y consolidación se prolongarán durante más de un año. El proceso está dividido en cuatro fases para recuperar un edificio que sirve de límite con el casco antiguo.

La primera de ellas, que finaliza ahora, fue la consistente en la colocación de un muro de hormigón y una estructura metálica que dé estabilidad y seguridad a la obra. La necesidad de agilizar los plazos obligó temporalmente a la empresa a trabajar 24 horas para la construcción de la estructura. Divididos en tres turnos, los especialistas se afanaron día y noche por terminar cuanto antes el trabajo. Sin embargo, el ruido que producían estos operarios durante la noche provocó las quejas de los vecinos y finalmente se vieron obligados a reducir los turnos a la mañana.

Comienza ahora una segunda fase, que se centrará en un estudio geotécnico de la construcción y del estado del edificio. Estos trabajos estarán dirigidos por el arquitecto Alberto Martínez Moya, designado por la Consejería de Cultura. Según sus propios cálculos, el estudio puede prolongarse hasta tres meses debido a la complejidad del edificio.

Una vez catalogado, comenzarán las inyecciones en el suelo encaminadas a consolidar la base del edificio. Tras la restauración de las grietas, se procederá al desmontaje de la estructura metálica de seguridad.

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