Fiel a sus principios, la flamante eurodiputada de Podemos el pasado jueves, día que se realizó esta entrevista, acababa de participar en un acto de apoyo a una familia que iba a ser desahuciada en Cerro del Moro, Cádiz. En esa ocasión se logró paralizar el lanzamiento. Teresa Rodríguez afirma con convencimiento que los políticos tienen que estar junto a sus electores.
Tras los buenos resultados en las europeas ¿se preparan para acudir a próximos comicios electorales? La decisión la tienen que tomar los 400 círculos [espacios de participación] que están constituidos en toda España. Donde haya círculos que se quieran presentar a las elecciones allí estaremos. Hay ciudadanos dispuestos a dar el paso en municipios grandes y en pequeños como Cazorla.
¿Se plantean llegar a acuerdos con otras formaciones para ir juntos en futuras elecciones? Nuestra intención desde un principio fue formar una alianza para luchar contra los recortes, la austeridad y ser una alternativa al bipartidismo. Tuvimos contactos con IU, pero no se cerraron. Nosotros queremos realizar una política independiente que favorezca a los ciudadanos, para recuperar la democracia que han secuestrado los grupos financieros.
¿Creen que el éxito obtenido se podrá mantener en el tiempo? Sí, porque hemos conseguido alimentar la ilusión de los ciudadanos. Ahora tienen la impresión de que se pueden cambiar las cosas y que hay una alternativa, que es posible hacer otra política, contando con la participación de los ciudadanos.
¿Cuál será su hoja de ruta? Nosotros diseñamos un programa participativo para las europeas y esa seguirá siendo nuestra forma de trabajar. De momento, es muy pronto para poder adelantar algo, hemos tenido cuatro meses muy intensos, en los que han participado más de 33.000 personas. Hay que esperar al encuentro del círculo a nivel andaluz, que se celebrará el día 7, y al estatal, que está previsto para el día 14.
¿Qué medidas proponen para mantener los servicios básicos como vivienda, sanidad o educación? Intentaremos recuperar la soberanía que han robado a los ciudadano, para echar a los poderes financieros, que son los que nos gobiernan, aunque no se han presentado a unas elecciones. Los ciudadanos no tenemos que pagar el pufo inmobiliario que crearon, ni los 250.000 millones de euros que han recibido los bancos, una cantidad que es tres veces el presupuesto que dedicaron a educación y sanidad el conjunto de las autonomías en 2013. Por ello, pedimos una auditoría de la deuda pública española para que se determine cuál es ilegítima, para dejar de pagarla.
¿Saben cuál es el perfil de sus votantes? Ha habido de todas las edades. Gente que nos ha conocido en los actos multitudinarios de campaña que hemos celebrado, personas que recuerdan que la última vez que votaron con ilusión fue en 1982 con Felipe González, miembros del 15-M o gente que no soporta la situación política actual. Hemos tenido apoyo de ciudadanos de todo tipo, es un electorado muy variopinto, gente de la calle que tiene que trabajar para poder vivir.
¿Creen que su triunfo puede servir de lección a los dos grandes partidos y les anime a cambiar su estrategia? Ya se han comenzado a escuchar algunos mensajes nuevos. El PSOE está hablando de cambiar de política y el PP ha planteado procesos más participativos. Otra cosa es que nos creamos lo que dicen.
¿Qué opinión le merecen los políticos que han criticado su irrupción en el Parlamento Europeo y no han dudado en descalificarles? Hemos recibido críticas e insultos fundamentalmente de la derecha, sin ningún fundamento, sin argumentos, porque no han entrado a debatir nuestras propuestas contra el rescate bancario; los recortes; la fiscalidad que carga contra los trabajadores y no a las grandes fortunas; o la reforma laboral que ha permitido que el despido sea casi libre, y que los trabajadores sean cada vez más pobres. Son descalificaciones sin ninguna base, algo de lo que los ciudadanos ya están cansados.
¿Ya han planteado cuáles serán las primeras iniciativas que presentarán en Europa? Una de las primeras propuestas será que se adopten medidas contra la corrupción, que se implanten mecanismos que de verdad sean efectivos para evitar estas prácticas de los políticos. Que los cargos puedan ser revocados cuando no se cumpla el programa electoral. También impulsaremos que se limiten los mandatos en política. Ser político no puede ser una profesión. Los mandatos deben durar como máximo dos legislaturas y de forma excepcional tres. Creemos que el representante público debe parecerse a su electorado y no alejarse de él para conocer sus problemas. También queremos acabar con las puertas giratorias, impedir que los políticos terminen en los consejos de administración de las grandes empresas como sucede en España con representantes del PP, PSOE y PNV.
¿Les han acusado de ser demagogos por decir que ustedes en Europa se fijarán un sueldo fijo de 1.900 euros netos? Es excesivo que un representante público gane 8.000 euros al mes. Con ese sueldo no utilizan ni la sanidad, ni la educación, ni las residencias públicas y de ese modo no conocen las necesidades de sus electores, porque se despegan de la gente. Es posible que nos llamen populistas, pero creemos que los políticos no deben ser una elite alejada de los ciudadanos. Nosotros vamos a ser como hasta ahora: transparentes con nuestros gastos. Informaremos de todo hasta del billete de avión que compremos o de la gasolina que echemos en el coche para nuestros desplazamientos.
Ustedes en su programa electoral se definen como antitaurinos ¿Van a presentar alguna iniciativa contra los toros? Pretendemos que todas nuestras propuestas lleguen a Europa y provocar un debate. Entre nuestras iniciativas está la prohibición de la tauromaquia, que es una idea que surgió en los círculos.
