Igor Portu, el presunto etarra detenido el domingo, sufre contusiones, una costilla rota y neumotorax. La Justicia investiga la actuación de la Guardia Civil en el arresto, que fue defendida por el ministro del Interior, que avaló que las lesiones obedecen al empleo de la fuerza reglamentaria y avanzó que la operación sirvió para localizar un zulo de ETA.
El juzgado de guardia de San Sebastián abrió diligencias previas por las lesiones de Portu, detenido el pasado domingo en Arrasate (Guipuzcoa) e ingresado en la UCI del hospital Donostia. El informe detalla que el presunto miembro de ETA presenta una costilla rota, numerosas contusiones, derrame pleural y un importante enfisema subcutáneo que va desde la región cervical hasta la pelvis.
El arrestado fue reconocido previamente por un forense, según indicado la organización de apoyo a los presos de ETA Askatasuna, que dijo que el juzgado también cuenta con las conclusiones de este análisis previo. El detenido relató a su llegada al hospital, a las 03.55 horas de la madrugada de ayer, que fue "golpeado con puños y patadas en la cara, el tórax y el abdomen". Sin embargo, la Guardia Civil aseguró que las lesiones se produjeron durante el arresto, ya que el presunto etarra opuso resistencia.
En el momento del arresto, el Instituto Armado comunicó al juez de la Audiencia Nacional, Juan del Olmo, que tuvieron que emplear la fuerza para reducir a uno de los detenidos. Del Olmo delegó en el juzgado de Guardia de San Sebastián para que ambos arrestados fueran examinados por un forense. Fue en ese reconocimiento cuando el médico forense se percató de que Portu tenía una lesión y determinó su ingreso en el hospital, donde permanece en observación.
En defensa de la actuación de la Guardia Civil salió el ministro del Interior, Alfredo Pérez Rubalcaba, que subrayó que las lesiones que sufren los dos presuntos etarras detenidos, Igor Portu y su compañero Martín Sarasola, son fruto del uso de la fuerza reglamentaria que empleó la Guardia Civil. Rubalcaba precisó que la detención cumplió "escrupulosamente con la legislación antiterrorista".
Portu y Sarasola mostraron sus documentos de identidad "sin oponer resistencia", pero después "huyeron al ser requeridos para mostrar el contenido de sus mochilas". En ese momento, los agentes "corrieron y se abalanzaron sobre ellos" para arrestarlos, por lo que tuvieron que emplear en ese momento el uso de la fuerza.
Zulo localizado. Las detenciones de estos etarras legales -que no habían sido fichados antes por la Policía- han servido para la localización posterior de un zulo que "con toda seguridad, pertenece a ETA" y que contiene detonadores y componentes para la fabricación de explosivos.
El zulo, que no se podrá examinar de forma exhaustiva hasta hoy, cuando se tenga la correspondiente autorización judicial y haya luz, se pudo hallar gracias a un croquis que portaba uno de los detenidos.
Rubalcaba informó también de los tres registros que siguieron a las detenciones, en los que se ha incautado ordenadores y material que ahora está estudiando la Guardia Civil, y que hace sospechar que los detenidos "no actuaban solos", sino que hay otros presuntos miembros de ETA que trabajaban con ellos y que "da la impresión" de que forman un comando.
"La operación sigue abierta y no descartamos nuevos registros en Navarra y en el País Vasco", agregó. Rubalcaba señaló también que los dos detenidos, pese a ser presuntamente miembros legales de la banda terrorista, "no son noveles, ya que llevan tiempo actuando" y de las investigaciones "cabe deducir que no es la primera operación que hacen".
