Cultura

Internet resucita al vinilo

Internet no deja de sorprendernos. El Sleeveface ('cara de portada' en inglés), el último fenómeno de la red de redes, consiste en utilizar las carátulas de los antiguos álbumes como si fueran caretas y fotografiarse con ellas.

el 15 sep 2009 / 06:22 h.

Internet no deja de sorprendernos. El Sleeveface ('cara de portada' en inglés), el último fenómeno de la red de redes, consiste en utilizar las carátulas de los antiguos álbumes como si fueran caretas y fotografiarse con ellas. Por si fuera poco, esta tendencia está ayudando a revitalizar el mítico vinilo, que vive una auténtico revival.

John Rostron es el nombre del responsable del nacimiento del Sleeveface. Se trata de un dj de Cardiff que inició todo este fenómeno como un juego: se hizo unas fotos un día con unos amigos y luego las colgó en internet. Con su habitual efecto multiplicador y dispersor, la red se encargó de mostrar su original idea a todo el mundo, y muchos de los internautas decidieron copiar a Rostron utilizando las portadas de sus vinilos.

Ahora, en internet hay miles de fotos similares, como miles son sus seguidores, y el Sleeveface cuenta con su espacio en la red (www.sleeveface.com) y el apoyo incondicional de comunidades como Flickr o Facebook. El éxito ha sido tal (las fotos llegan de todos los puntos del planeta) que una editorial americana ya trabaja con Rostron para publicar un libro sobre esta técnica.

Uno de los aspectos que han facilitado la expansión del Sleeveface es su carácter doméstico: las fotos se pueden hacer en casa, con los discos de toda la vida y colgarlas automáticamente en la red. La técnica es bien sencilla: sólo hay que colocarse el vinilo delante de la cara (o de cualquier otra parte del cuerpo) y provocar la ilusión óptica de que nosotros continuamos la imagen de la carátula.

Y a partir de ahí, la imaginación al poder. Desde las clásicas portadas de primeros planos de artistas hasta las ilustraciones más extravagantes, los internautas se curran la foto y procuran en ocasiones recrear el ambiente de la imagen original. Para los interesados, hay un video en Youtube en el que se explica en qué consiste el Sleeveface.

Es lo que tiene internet, que es universal y democrático. Y, a través de esta iniciativa, cualquiera puede convertirse en un artista, en un nuevo ídolo del cover art con tan sólo un poco de imaginación, una cámara de fotos y un ordenador. La propia FNAC ha basado una de sus últimas campañas en el Sleeveface con imágenes de Jim Morrison o hasta el mismísimo Elvis y el eslogan El vinilo nunca muere.

Una de las consecuencias lógicas de este movimiento ha sido el impulso al ya existente revival que está experimentando el vinilo. La nostalgia ha invadido a los melómanos treintañeros y cuarentones que hace quince años fardaban de los primeros walkman y que ahora guardan con un mimo casi enfermizo sus vinilos, se recorren las ferias del disco para conseguir piezas de coleccionista y se gastan una pasta en el mantenimiento de un artilugio, el tocadiscos, que iba camino de ser expuesto en los Museos de Artes y Costumbres Populares.

El Sleeveface se ha convertido en una bandera más en la batalla de la reivindicación del vinilo a través de sus portadas y ha hecho que el supuesto verdugo de los soportes musicales (internet y la descarga ilegal de música) se haya tornado en su salvador o, al menos, haya contribuido a su pervivencia en la sociedad del mp3.

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