Agentes de la Brigada Provincial de Extranjería y Fronteras del Cuerpo de Policía Nacional han intervenido dos naves radicadas en Sevilla y cuyos propietarios han sido imputados de sendos delitos contra los derechos de los trabajadores al albergar en estas instalaciones talleres de confección textil en los cuales trabajaban al margen de la legislación laboral varios ciudadanos chinos. Dos de los trabajadores se hallaban en situación irregular en España y otros cuatro carecían de autorización para trabajar en este país, siendo objeto de medidas de salida obligatoria del país.
Según informa la Policía Nacional, las indagaciones de los investigadores habían conducido al descubrimiento de dos naves en las cuales se sospechaba de la posible actividad ilegal de ciudadanos chinos en la confección textil. Las averiguaciones de los funcionarios pusieron de relieve que, en ambos casos, el 'modus operandi' comenzaba con la entrada en el país de ciudadanos chinos con una identidad falsificada previa entrega de una "cantidad de dinero suficiente" a una organización que "les proporciona una actividad laboral ilegal aprovechándose de su situación de necesidad".
Al ser intervenida una de las naves, la Policía Nacional identificó a tres trabajadores y a la propietaria de la misma. Los policías, tras realizar una revisión del local, comprobaron que había un pequeño dormitorio provisto de un colchón y algunos enseres personales, además de un microondas a modo de cocina improvisada. Se trataba, según el Cuerpo Nacional de Policía, de una estancia separada del resto de la nave mediante una cortina y donde vivían hacinados los trabajadores.
"CONDICIONES INFRAHUMANAS"
En el registro de la segunda nave fueron descubiertas seis personas, cinco trabajando en ese momento, y al igual que en la primera nave fue hallada una dependencia provista de una cama y diversos enseres personales. En la segunda planta había otra dependencia similar a la primera a modo de "domicilio improvisado" en los que viven "en condiciones infrahumanas" los trabajadores de la nave. Estos ciudadanos no gozaban de "ningún tipo" de cobertura médica al carecer de toda documentación, tanto de residencia como de trabajo y no cobraban el salario estipulado, ni disfrutaban de días de descanso dispuestos.
Como resultado de las gestiones policiales se pudo comprobar que dos de los trabajadores se hallaban en situación irregular en España, sin contar con los permisos de residencia y trabajo correspondientes, por lo que se procedió a su detención y aplicación de la vigente Ley de Extranjería. Otros cuatro eran residentes en Italia pero carecían de autorización para trabajar en España, por lo que se les impuso una medida de salida obligatoria del país.
IMPUTADOS AMBOS PROPIETARIOS
Así mismo, se detuvo a la propietaria de uno de los locales, natural de China pero nacionalizada española, acusada de un delito contra el derecho de los trabajadores. Se trata de X.J.L, de 38 años y sin antecedentes anteriores. El otro detenido, propietario del otro establecimiento, es X.H., de 37 años y a quien le consta un antecedente policial anterior contra la propiedad intelectual. Se le imputa, en este caso, un delito contra el derecho de los trabajadores. Terminadas las diligencias los detenidos fueron puestos a disposición de la Autoridad Judicial.
