El rosario de pacientes con la misma sintomatología -"dolores abdominales, diarrea, vómitos e incluso febrícula" en algunos casos- comenzó a llegar a la consulta médica el domingo entre las ocho de la tarde y las diez de la noche. Todos presentaban los mismos síntomas que, según relataron uno tras otro, comenzaron a manifestarse tras almorzar en la boda, celebrada en el salón Las Jaras de la localidad cordobesa, según relató uno de los invitados, que no quiso revelar su identidad salvo sus iniciales, A.L.
Del total de atendidos entre el centro de salud y el Hospital de Pozoblanco, tan sólo uno de ellos tuvo que pasar la noche ingresado en observación por presentar una "patología de base importante".
La sintomatología se desarrolló de "manera rápida", con lo que la mayoría no acusó mayores molestias una vez transcurridas las consultas con los médicos. Así, casi todos se pudieron marchar el mismo sábado a sus casas tras la correspondiente prescripción médica y después de que se le recogieran muestras de las heces y rellenaran las pertinentes encuestas, que aportarán datos necesarios para la investigación abierta por la Delegación provincial de Salud.
Desde la administración sanitaria advierten de que "en estos momentos no hay datos que confirmen qué ha podido motivar la intoxicación", de ahí que la investigación esté pendiente de la información que aporten los análisis que se realizan por el Servicio de Epidemiología de la Junta.
Mientras, el novio, Juan Manuel Risquez Chávez, aseguró ayer a Efe que "de momento" no va a denunciar al salón de celebraciones donde tuvo lugar el convite sino que esperará que hoy se conozcan los resultados de los análisis.
El novio destacó que en la boda "se comió lo que sirvieron en los salones" y que su familia no llevó ningún tipo de alimentos, pese a que suele ser tradición en la localidad llevar dulces.
Explicó que él se tuvo que ir de la boda "sin despedirse" de los invitados por lo mal que se encontraba aunque su novia se quedó en la celebración porque no sufrió los mismos síntomas. Como él había "muchos, entre ellos mujeres embarazadas". "Pasamos un mal rato", reconoció Juan Manuel.
El novio no puede ocultar que está "disgustado" porque "cuando la gente comenzó a ir al centro de salud, se acabó la boda". Como cualquier pareja, llevaban "mucho tiempo" preparando este día y por culpa de la intoxicación se les "estropeó".
Aunque el propio contrayente reconoce que algunos invitados señalaron a posterior que "había platos que no tenían buen aspecto", aseguró que el suyo "estaba bien".
Pese al desagradable final de su enlace matrimonial, Juan Manuel aún conserva el sentido del humor y bromea al recordar que el viaje de novios no está previsto hasta septiembre. "Menos mal que lo habíamos planeado así, porque no hubiéramos podido ir", concluyó.
