Un colegio privado deniega la matricula a un niño con el argumento de que no dispone de plazas. Hasta ahí todo normal, si no fuera por el detalle de que días atrás sí había vacantes y el cambio de parecer coincide con el momento en que el centro fue informado de que el pequeño Rodrigo, de tres años, no tenía uno sino dos padres. Esa es la versión que aportan Ricardo Lucas e Iván Vallejo, un matrimonio gay sevillano que ve detrás de la exclusión de su hijo un caso de "homofobia" por parte del colegio privado Yago School, de Castilleja de la Cuesta, que niega tales acusaciones. La polémica está en manos de la Consejería de Educación, que ha abierto una investigación para esclarecer lo ocurrido.
Pase lo que pase, los padres ya no quieren inscribir a su niño en el colegio. Se sienten defraudados después de haber mostrado su interés por un centro que se autodefine en su web como laico y que "promueve valores que fomentan el respeto a los derechos humanos y el diálogo". Ese mensaje, y su condición de centro bilingüe, empujó a Ricardo e Iván a consultar si era posible inscribir a su hijo. La petición, por e-mail, se produjo en septiembre. Aunque en principio les dijeron que había vacantes, eso cambio días después, coincidiendo con que indicaron que eran una pareja gay.
En ese momento no asociaron la exclusión a ningún caso de discriminación, hasta que, ya en febrero, unos amigos les comentaron que la matriculación en el colegio para el próximo curso seguía abierta. "Mi vecina y mi hermana llamaron y les dieron una cita indicando que había plazas", relató Lucas. Hasta su pareja, sin decir quién era, consiguió arañar un hueco la semana pasada. Los padres indicaron que "cuando se identificó, se justificaron en que se trataría de un error administrativo", pero este lunes "llamaron de nuevo para decir que lo sentían mucho pero que el cupo de nuevos alumnos estaba cerrado".
Ante esa situación, difundieron su caso en la web actuable.es, donde en apenas dos días han superado los 2.000 apoyos en una carta que va dirigida al centro privado y también al delegado provincial de Educación, Jaime Mougán. En ese punto, la federación andaluza Colegas solicitó ayer un cambio en la normativa para evitar que la selección de alumnos de los colegios privados pueda obedecer a razones homófobas o discriminatorias de ningún tipo. "Si permitimos que Sevilla albergue centros privados que apoyen esa política discriminatoria estaremos amparando la homofobia", manifestó el presidente de Colegas Andalucía, Rafael Moral.
La entidad también solicitó la intervención urgente de la Consejería de Educación, que no se ha hecho esperar. Fuentes de la delegación provincial de Educación aclararon que ya el viernes se abrió una investigación para esclarecer lo ocurrido a través de la Inspección educativa. Aunque precisaron que "se trata de una empresa privada", es competencia de Educación evaluar si cumple los requisitos necesarios para contar con una licencia.
Frente a esas críticas, la única versión del centro la ostenta, por ahora, el alcalde de Castilleja de la Cuesta, Manuel Benítez, que logró ponerse en contacto con la dirección de Yago School. "Me indican que tienen plazas, pero que son pocas y reservadas en principio para familiares de los niños ya matriculados en el colegio", trasladó el regidor. Benítez añadió que los responsables del colegio "defienden que no han discriminado nunca a nadie" y que ponen como ejemplo de integración que "en sus aulas conviven niños de varias nacionalidades".