La policía investiga la muerte de una militar en Granada, cuyo cadáver fue hallado ayer en su domicilio con signos de violencia después de que su compañero sentimental, también militar, apareciera muerto tras, supuestamente, haberse arrojado desde un puente en el municipio de Dúrcal.
Fuentes de la Guardia Civil informaron a Efe de que el cadáver del fallecido, de 35 años, cabo primero de la Unidad Militar de Emergencias (UME) e identificado como J.H.F., fue encontrado por la mañana por una patrulla de Tráfico bajo un puente, en cuyas inmediaciones había un vehículo a nombre de su pareja sentimental, de 34 años, quien posteriormente fue hallada muerta en el piso que ambos compartían con señales de violencia. Las fuentes apuntaron que el militar muerto, cuyo cadáver fue trasladado junto al de su pareja al Instituto de Medicina Legal donde se le practicará la autopsia, se encontraba de baja psicológica. El Instituto Andaluz de la Mujer aseguró que la fallecida nunca había denunciado a su pareja por maltrato.
Después de que los agentes hallaran el cuerpo del militar, se desplazaron hasta la localidad de Cádiar, donde estaba domiciliado el turismo de la fallecida, cuyo padres al no poder contactar con ella acompañaron a la Guardia Civil hasta el domicilio de su hija en la capital granadina, en el barrio de La Chana.
En el inmueble encontraron el cuerpo sin vida de la mujer, identificada como E.G.A., que estaba destinada como militar en el Acuartelamiento Cervantes de Granada. Ante estos hechos, tanto el Cuerpo Nacional de Policía como agentes de la Guardia Civil investigan si se trata de un caso de violencia machista.
La coordinadora en Granada del Instituto Andaluz de la Mujer, Carmen Solera, informó ayer a Efe de que la fallecida no era usuaria de este organismo y que tampoco les consta que hubiera denunciado algún episodio de malos tratos en el Juzgado.
Vecinos "consternados".Una vecina del barrio aseguró que la madre de la fallecida, al comprobar que su hija se encontraba muerta, exclamó entre sollozos que "él estaba trastornado, loco, que ella lo veía venir y que se tenían que haber separado". A pesar de todo, los vecinos del barrio aseguraron que ambos eran una pareja "educada" en el trato con los demás y a la que no se había oído discutir.
Una de las vecinas que vive en la misma planta de la fallecida, relató a Europa Press que ambos llevaban juntos unos tres o cuatro años y eran una pareja normal. Según contó esta mujer, los vecinos se enteraron de la noticia cuando llegaron al domicilio dos agentes de la Policía Nacional y también una compañera de E.G.A, después de que ésta no se hubiera presentado a trabajar ni atendiera a sus llamadas.
Como la mujer fallecida, a la que los policías pretendían informar de la muerte de su pareja, no abría la puerta, llamaron al padre de ésta, que entró al piso y se encontró su cuerpo sin vida con signos de violencia, según los primeros indicios.
El hombre, según otro relato, fue a comprar el día anterior a un supermercado de la zona. El encargado de este establecimiento aseguró que era una persona "muy introvertida" pero de la que "nadie se esperaba que fuera capaz de matarla".
El populoso barrio granadino de La Chana se encuentra "consternado" por lo ocurrido, al igual que en el acuartelamiento (Alog-21) donde trabajaba la fallecida.
