El presidente iraní, Mahmud Ahmadineyad, volvió a reafirmar ayer que su país no negociará su programa nuclear con Occidente, ya que jamás va a renunciar a lo que considera sus "derechos legítimos". "Estamos dispuestos a hablar de cooperación internacional y de las vías para resolver los actuales problemas económicos y de seguridad en el mundo, porque creemos que esos temas no se pueden solucionar sin una participación colectiva", afirmó.
"Pero nunca negociaremos nuestros derechos inalienables a acceder a la tecnología nuclear pacífica, que es un derecho definitivo que nos asiste", advirtió durante la ceremonia de presentación de credenciales del nuevo embajador británico en Teherán. Ahmadineyad respondía así a la Casa Blanca, que anunció un diálogo con Irán sobre el desarme nuclear.