El Patronato de la Fundación Miguel Ángel Blanco ha decidido conceder el XI Premio a la Convivencia Miguel Ángel Blanco a Irene Villa y a su madre, María Jesús González, que sufrieron un atentado de ETA con coche bomba en Madrid el 17 de octubre de 1991.
En un comunicado, la Fundación Miguel Ángel Blanco destaca que "estas dos valientes mujeres" se han convertido en un símbolo de "coraje humano, resistencia cívica y compromiso con las víctimas del terrorismo".
"Con este premio la Fundación quiere rendir homenaje a las miles de víctimas anónimas que han padecido el olvido, el sufrimiento callado y que han respondido siempre con entereza, integridad y nobleza", subraya.
La Fundación recuerda que madre e hija son "un ejemplo de esperanza y fortaleza" para otras víctimas del terrorismo y para toda la sociedad española, a pesar de las graves secuelas que les dejó el atentado.
"Su posicionamiento claro y firme contra el odio y el resentimiento no ha impedido su capacidad crítica y su compromiso con las reivindicaciones de las víctimas: la Memoria, la Dignidad y la Justicia", ha reiterado.
El acto de entrega del Premio se celebrará el próximo viernes 11 de julio en la Sede de la Comunidad de Madrid, en la Puerta del Sol de Madrid.