-¿Se esperaba el éxito de audiencia conseguido?
-Pues mire, no sé qué decirle. La verdad es que yo no las tenía todas conmigo, porque la serie Karabudjan, de Antena 3, es un proyecto muy bueno, pero la duquesa de Alba es una persona mediática, muy popular, y eso nos ha ayudado bastante.
-¿Ha trabajado alguna vez con Hugo Silva, el protagonista de Karabudjan?
-Sí, coincidimos en la película El hombre de arena, de José Manuel González-Berbel. La historia estaba ambientada en un hospital psiquiátrico, donde yo era psiquiatra y Hugo un paciente.
-Pues debería someterle a terapia, porque el martes pasado lo dejó hundido en la miseria.
-[Risas...] Karabudjan es una serie maravillosa y, aunque le afectarán los dos capítulos de La duquesa, yo creo que es uno de los trabajos más importantes de Hugo Silva. Claro que a los actores nos interesa la audiencia, porque estamos mediatizados por la industria, pero al final el trabajo bien hecho es lo que cuenta.
-Usted comenzó su carrera en el cine...
-Sí, en el año 96 hice El ángel de la guarda, y esa película me llevó a estudiar y trabajar en la compañía de teatro La Abadía, que dirige José Luis Gómez, donde hice Fausto, y a partir de ahí, pues un poco de todo.
-Hasta que llegó Cuéntame cómo pasó...
-Mi gran pasión es el cine, es lo que me pone contenta, por no decir cachonda [risas], pero ocurre que lo que me mueve realmente es participar en proyectos interesantes. Si son de teatro, bienvenidos, porque el teatro te da otra dimensión de lo que es nuestra profesión y el aprendizaje es catártico y tremendo, pero la televisión es gratificante, y en ese medio yo he sido bien tratada.
-¿Estaría dispuesta a participar en otra serie de continuidad como Cuéntame?
-Claro que sí, y en otras tv movies también. Ahora se está abriendo un mercado muy importante en la televisión, pues con las tv movies hay más posibilidades de hacer ficción.
-¿Qué le motivó a aceptar el papel de Cayetana de Alba?
-En estos momentos, no sé qué contestarle. La verdad es que el reto era grande, y el riesgo también. Yo creo que el resultado obtenido ha sido proporcional al riesgo que hemos invertido, y ahí están los hechos. Cuando haces una serie de largo recorrido, los primeros capítulos son fundamentales, pues muchas veces las cadenas no dan lugar a que el público se encariñe con los personajes por la presión de las audiencias. En ese sentido, La duquesa ha sido llegar y besar el santo.
-¿Conoce personalmente a la duquesa de Alba?
-No tengo la suerte de conocerla. Intenté acercarme a ella cuando preparaba la serie y no pudo ser, decisión que yo respeté. Uno de los días que se rodaba en Liria, ella se acercó a saludar a los actores, pero yo no estaba.
-¿Le han llamado de la Casa de Alba para felicitarle?
-No, y tampoco creo que ocurra. La vida de Cayetana de Alba sólo la sabe ella, lo que pasó, lo que sintió. Nosotros hemos hecho una interpretación de un guión escrito sobre esa vida basado en biografías autorizadas. Es un poco como la historia de la película La duquesa, interpretada por Keira Knightley, que cuenta la vida de una aristócrata que tiene que hacer lo que la sociedad le impone y lo que se esperaba de su cargo, con todo lo que eso conlleva; otra cosa muy distinta es lo que esa persona siente.
-En Cuéntame usted interpretaba el papel de una joven rebelde, no conforme con las normas que regían la sociedad en ese momento, y la duquesa de Alba, a pesar de todo, también se las arregló para ponerse el mundo por montera. ¿Con cuál de las dos se queda?
-No puedo elegir, las dos están en mi corazón, son parte de mí, me han enseñado mucho. Tanto una como otra son adelantadas a su tiempo, y ojalá vengan muchas más. Además, gracias a las dos soy conocida por el gran público; es increíble la popularidad que te da la televisión y, al fin y al cabo, a un actor lo que le gusta es salir al escenario y encontrarse el patio de butacas lleno.
