Los más de 600 trabajadores entre empleos directos e indirectos que dependen de Isla Mágica temen por su futuro y preparan movilizaciones ante la amenaza de venta o cierre por parte de La Caixa, la accionista mayoritaria del parque temático (82,7%) tras la absorción de Banca Cívica (antigua Cajasol).
Varios medios de comunicación económicos, entre ellos Expansión, publicaron ayer que La Caixa se ha dado el plazo de un año para solucionar la situación de esta empresa sevillana, que 15 años después de su fundación no consigue la ansiada rentabilidad. El banco catalán habría encargado la venta de Isla Mágica a la firma AZ Capital, que ya ejecutó la reciente venta de las acciones que la entidad poseía en Port Aventura. Si pasados 12 meses no se logra un inversor interesado, la caja estaría dispuesta a cerrar el parque, según las citadas informaciones.
Los servicios de prensa de La Caixa dijeron ayer a El Correo no poder confirmar "ni desmentir" la información publicada por estos medios, limitándose a señalar que la entidad financiera está estudiando qué hacer con el parque.
La presidenta del comité de empresa de Isla Mágica, Ana Pérez, pidió explicaciones a La Caixa, a quien viene demandando una reunión desde hace semanas. Según señaló a este periódico, este viernes se celebrará una reunión extraordinaria de los representantes de los trabajadores a fin de preparar movilizaciones a partir del próximo 6 de diciembre, fecha en la que se incorpora para la temporada navideña la plantilla, en su mayoría fijos discontinuos. "La dirección de la empresa, que es la misma que había cuando éramos de Cajasol, había puesto encima de la mesa un plan de austeridad y de reajustes, que incluía una reducción del calendario de apertura del parque, pero aún no habíamos empezado a negociar y no incluía nada de venta ni de cierre", explicó la portavoz.
El comité de empresa, que recuerda que se lleva tiempo pidiendo información sobre cuál será el futuro del parque ahora que depende de La Caixa, ha tratado de verse con el alcalde, Juan Ignacio Zoido (PP), y con representantes del banco sin que nadie les atienda aún.
"Necesitamos la ayuda del Ayuntamiento, porque somos la empresa turística más importante que tiene la ciudad", señaló Ana Pérez, que también tratará de contactar con la Junta de Andalucía, administración a la que el parque paga anualmente un canon de un millón de euros por el uso de los suelos. "Si de la cuenta de resultados del parque Isla Mágica se resta ese canon, el balance ya es positivo", informó la representante sindical, que no descartó tampoco pedir al Gobierno andaluz que renuncie a este dinero.
En el parque sevillano trabajan 400 trabajadores directos, 80 de ellos todo el año y el resto en los meses de apertura, y se generan 200 puestos indirectos.
La noticia también llegó ayer al Ayuntamiento, si bien su concejal responsable de Turismo, Gregorio Serrano, no ha hecho aún declaraciones al respecto.
Por su parte, el director gerente del parque, Antonio Peláez, manifestó ayer a El_Correo que él no es quien debe dar explicaciones, sino el accionista o quien haya lanzado la noticia. "Yo me dedico a que el parque funcione. La negociación de la compra la lleva el accionista, que es el que habla con los inversores interesados".
Sobre las posibles movilizaciones de la plantilla, indicó que "están en su derecho si lo hacen", aunque pidió a todos "trabajar juntos para que el parque funcione". En este sentido, aseguró que los pases de temporada siguen a la venta y que el parque debe funcionar durante este año con normalidad.
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