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Israel cede a la presión y suaviza el bloqueo a Gaza

El Gobierno permitirá la entrada de bienes civiles para la población.

el 17 jun 2010 / 20:24 h.

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El ministro israelí de Defensa, Ehud Barak (de)recha, junto al enviado de EEUU para Oriente Medio, George Mitchell.

La presión internacional que siguió al asalto a la Flotilla de la Libertad dio ayer sus frutos con el anuncio de Israel de que suavizará el bloqueo a la franja de Gaza, donde permitirá la entrada de bienes de uso civil.


Las llamadas unívocas reiteradas por miembros de la comunidad de naciones en las últimas semanas y, sobre todo, las voces procedentes de la Unión Europea y de Estados Unidos -principal aliado de Israel en la esfera internacional- forzaron ayer al Gobierno del conservador Benjamín Netanyahu a aceptar una "liberalización" del cerco que ahoga desde hace cuatro años a la franja palestina.


El gabinete de Seguridad, formado por el núcleo duro del Gobierno, anunció que "flexibilizará el sistema por el que los bienes civiles entran en Gaza y ampliará el flujo de materiales para proyectos civiles que estén bajo supervisión internacional, al tiempo que continuará con los procedimientos de seguridad existentes para impedir la entrada de armas y material de guerra". Es una decisión de principio, que aún tiene que ser ratificada por el Ejecutivo al completo, que también deberá determinar los pasos adicionales a seguir para hacer efectiva esta política, aseguró el portavoz del Ministerio de Asuntos Exteriores, Andy David.


De hecho, el Estado judío transfirió ayer a la Autoridad Nacional Palestina una lista de productos alimenticios y de otros usos civiles que podrán entrar de forma inminente a la franja de Gaza, dijeron fuentes oficiales israelíes. Algunos de los productos que se incluyen en el listado fueron aprobados en los últimos meses como parte de una decisión ministerial destinada a aliviar el bloqueo a la franja palestina, controlada por el movimiento islamista Hamás desde hace tres años.

El responsable de coordinación de las Actividades del Gobierno israelí en los territorios ocupados palestinos, Gay Inbar, aseguró que en la actualidad "no hay producto alimenticio que no sea autorizado a entrar en Gaza". "Hemos notificado a la ANP que desde hoy [por ayer] no va a haber ninguna restricción a los productos alimenticios. También se autorizará la entrada de otros artículos por medio de organizaciones internacionales o del sector privado, como material educacional, equipamiento de cocina, juguetes o muebles", apostilló.


La semana pasada Israel ya empezó a aflojar el cerco a Gaza y el organismo militar que gestiona los asuntos civiles en los territorios ocupados anunció que permitiría la entrada de refrescos, zumos, frutas en conserva, galletas, aperitivos y patatas fritas, que hasta ahora tenían prohibido el paso aunque no estuviese claro por qué eran considerados un riesgo para la seguridad de Israel. Uno de los destacados dirigentes de Hamás en Gaza, Ismail al Ashkar, declaró ayer que el anuncio del gabinete de Seguridad "no tiene ningún sentido y forma parte de la propaganda del Gobierno israelí".


Pero lo que la comunidad exige, según Ashkar, es "el levantamiento total del bloqueo", porque la población de la franja de Gaza "no necesita más kepchut y mayonesa, sino materiales de construcción para reconstruir sus viviendas y materias primas para la industria", insistió. "Queremos que todos los cruces fronterizos se abran por completo y que se levante el bloqueo", que mantiene encerradas en la pequeña franja territorial a un millón y medio de personas, declaró Al Ashkar.


Desde Ramala, Saeb Erekat, jefe negociador palestino y asesor del presidente Mahmud Abás, también consideró que la decisión israelí es "insuficiente" y que, a pesar de ella, "el bloqueo ilegal impuesto sobre los palestinos continúa". "O Israel levanta por completo el asedio o continuará violando la legalidad internacional y la más básica moral", dijo Erekat en un comunicado enviado a los medios. "Insostenible" era la palabra que EEUU había utilizado recientemente para definir el cerco, mientras que la representante europea de Asuntos Exteriores, Catherine Ashton, aseguraba que éste "daña a la gente normal, impide la reconstrucción, alimenta el radicalismo y da autoridad a Hamás".

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