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Isuardi contagia de fe y esperanza al Betis B ante el UCAM Murcia

Un gol de penalti de Isuardi propicia un alentador 2-1 ante un rival con dinamita en ataque. Caro acarició el 2-2 en el descuento.

el 18 may 2014 / 20:33 h.

apertura Andrés Carrasco bate a Montoya en la acción que supuso el 1-0. Foto: La Opinión de Murcia. En un gesto del destino, un penalti. En una imitación plástica del genial desenlace de Gerena, un héroe. Una ración de fortuna, la sangre fría de un jugador top y un gol. El Real Betis B de Óscar Cano firmó un alentador registro ante el UCAM Murcia en la ida del play-off de campeones, una ruleta rusa que no fue capaz de interpretar durante 84 minutos de penumbra. El 2-1 final augura un combate total en Sevilla. A finales de mayo y con el mercurio castigando a la clientela camino de La Palmera. Los anfitriones controlaron el panorama con un doble pivote sacrificado y un ‘9’, Carrasco, con fama de bandolero y sueldo de jornalero, aunque una postrera reacción de los de Los Bermejales cocinó un menú para corazones sanos. Óscar Cano sacrificó a Lolo para dotar de fluidez a la sala de máquinas, en la que figuró Fausto Tienza junto a la sombra de Carlos García, elegante y parsimonioso. El B decidió refugiarse en la velocidad y calidad de Juanma, el escolta de Marc Más en la definición. El 4-4-2 no alteró los planes del técnico anfitrión, un Gabi Correa que se decantó por un 4-4-1-1 en el que Andrés Carrasco, un piloto aéreo capaz de sobrevivir en aguas internacionales, se erigió en la pesadilla de la zaga visitante. Con el termómetro disfrazado de cruel enemigo, el UCAM fue incapaz de contactar con la realidad en los compases iniciales. La tropa de la Ciudad Deportiva Luis del Sol exigía el rol protagonista cuando Isuardi inquietó al exsevillista Javi Muñoz en una falta desde la frontal que envenenó la barrera. El Betis B optó por crear superioridad en los flancos de ataque, en los que Isuardi y Kevin buscaron la aportación de Varela, enérgico, e Isaac, intermitente, para fatigar a Juan Topo y Tekio. El plantel católico se alió con el césped, alto y pesado en una tarde de sol preveraniego. Sin un mensaje de los anfitriones en la hoja de ruta, Isaac escapó de su par, creció en confianza conforme fue avanzando metros y firmó un derechazo lejano que desvió la grada con el aliento. Era el primer conato serio de los de Los Bermejales. El duelo era un intercambio de gritos hasta que los locales fabricaron el 1-0. Manolo cocinó un cambio de orientación de fábula, Fran Minaya explotó su calidad con un control de cine y un centro sedoso y Andrés Carrasco, el killer con fama de tipo inasequible al desaliento, fusiló a Montoya con un ajustado cabezazo. El meta riojano suspiró al aire en un gesto de resignación. interior Isaac pugna por un balón dividido con un rival. Foto: La Opinión de Murcia. El UCAM, delatado, decidió calcular los riesgos de multiplicar su ambición y concedió el cuero y el ritmo al Betis B, que prefirió buscar el 1-1 de forma pausada y sin señales de emergencia. Varela se sumó al carrusel antes de que Manolo perdonara el 2-0 en el interior del área. Una manopla sensacional de Montoya, que se lanzó a por el cuero en un salto demoledor, sostuvo al filial en un halo de esperanza contenida antes de que Escriche Guzmán mostrara el camino del refrigerio. Tras el intermedio, el UCAM redujo su nivel de presión y ralentizó el minutaje del compromiso. Los murcianos soportaron estoicamente el tedio con un fútbol pausado y previsible. Sin embargo, el Betis B, sin coraje ni un guía que ejerciera de faro entre las tinieblas, regaló un alarmante 2-0 en un saque de esquina botado de forma magistral por Fran Minaya y que empaló Carrasco, con los ojos inyectados en sangre y la mandíbula rota, al fondo de la red. El gol concedió confianza a los de Gabi Correa, que buscó más brega y orden con Barrancos. Cano, sin consuelo ni comodines en el tablero, recurrió a Ismael, veloz y enérgico en los últimos metros, para amedrentar a los azulones. El envite languidecía sin noticias de los heliopolitanos. Caro alertó de su declaración con un balón que escupió el aire y Barrancos replicó con un derechazo que calibró el pánico en las filas de un filial desorientado y temeroso. La madera se alió con Montoya en los momentos de zozobra. El B era la sombra de aquella tribu que había propiciado un terremoto sentimental de incalculable medición ante el Gerena. Los visitantes respiraban con ventilación mecánica hasta que el colegiado señaló penalti en el área. Un contacto, otro, y un derrumbamiento premonitorio. Marc Más, el héroe en tierras mineras, sollozaba en el banquillo e Isuardi asió el cuero. Con el firme andar de los altaneros retó a Javi Muñoz. Y clavó el balón en la escuadra. Gol. Vida. Alivio y catarsis antes de la batalla final. Caro perdonó a la víctima. Aún hay partida. Apuestas abiertas. Ficha técnica: fotospropias_20140518_223438 Carrasco, eufórico, celebra el 1-0. Fotos: La Opinión de Murcia. UCAM Murcia: Javi Muñoz; Juan Topo, Mauri, Bustillo, Tekio; Gallardo, Pico (Barrancos, m. 57); Dani Martínez (Ángel Robles, m. 74), Fran Minaya, Manolo; y Andrés Carrasco (Víctor, m. 86). Real Betis B: Montoya; Isaac, Soufian, Caro, Varela; Kevin, Carlos García, Fausto (Lolo, m. 66), Isuardi; Juanma (Álvaro González, m. 73); y Marc Más (Ismael, m. 59). Árbitro: Escriche Guzmán, de Valencia. Amarilla a los locales Pico, Juan Topo, Mauri y Ángel Robles; y a los visitantes Fausto, Lolo, Carlos García e Isaac. Goles: 1-0, Andrés Carrasco (m. 30). 2-0, Andrés Carrasco (m. 56). 2-1, Isuardi, de penalti (m. 84). Incidencias: 2.000 espectadores en El Mayayo. Nutrida presencia de aficionados visitantes.

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