Italia conmemora hoy el centenario del nacimiento del periodista e historiador Indro Montanelli, referente del periodismo del siglo XX de un país que, casi ocho años después de su muerte, recuerda aún el espíritu de independencia que le llevó a enfrentarse a Silvio Berlusconi.
La emisión de un sello propio y la inauguración de una exposición sobre lo profesional y humano de Montanelli son los actos más importantes con los que su país, y más concretamente su localidad natal, la toscana Fucecchio (centro), celebran este miércoles la llegada al mundo del "periodista independiente".
"Indro Montanelli. La vida, las obras, los lugares" es el título de la exposición inaugurada hoy en Fucecchio, cuyo comisario, Alberto Malvolti, explica a Efe cuál sería la opinión de Montanelli sobre la situación actual de los medios de comunicación en Italia.
"Es difícil decir qué diría él, pero repetiría lo que dijo hace ocho años: 'Hace falta vacunarse, porque Berlusconi es un virus'. Pero tengo que decir que se ha equivocado en la profecía, porque Berlusconi hoy es más fuerte que antes. No ha adivinado, pero queda su lección de independencia sustancial aún hoy", afirma Malvolti.
Ese espíritu de independencia del periodista, Premio Príncipe de Asturias de Comunicación y Humanidades en 1996 junto con el español Julián Marías, es el que el comisario ha querido dejar patente en la parte de la exposición que repasa la trayectoria profesional de Montanelli, con algunas cartas inéditas enviadas a los periódicos en los que trabajó.
Desde 1939 a 1974 Montanelli, quien defendió el fascismo italiano hasta ser enviado como periodista a la Guerra Civil española (1936-1939), fue corresponsal y columnista del diario milanés "Corriere della Sera", del que se marchó por un cambio en la línea editorial para fundar "Il Giornale".
Y precisamente presentó la dimisión como director de esa última publicación en 1994, cuando el entonces accionista mayoritario y actual primer ministro, Silvio Berlusconi, iniciaba su carrera política y fundaba el conservador partido Forza Italia (FI).
"Siempre ha demostrado tener esta independencia, dejando "Il Giornale" cuando no podía colaborar ya o el "Corriere della Sera" cuando tenía una idea con la que no estaba de acuerdo", apunta Malvolti, quien recuerda que tanto era su afán de independencia que llegó a rechazar el cargo de senador vitalicio.
"Queda el hecho de que no haya aceptado nunca servirse de ningún poder, ni siquiera de los poderes legítimos. Rechazó ser senador vitalicio como le propuso el presidente (de la República italiana Francesco) Cossiga. Él creía que un periodista para ser libre no puede entrar en el mundo de la política directamente", añade.
Fotografías, periódicos, revistas, libros y demás objetos personales de Montanelli son expuestos desde hoy y hasta el próximo 13 de septiembre en Fucecchio para ilustrar el devenir de un periodista que dijo: "Mi herencia soy yo".
"Ha sido definido como un anárquico burgués y así ha sido hasta sus últimos días. Él decía que los principios quedan, las ideas pueden cambiar. Lo que quedan son los valores y ésta es una coherencia que quiso dejar a todos", comenta el comisario de una exposición que muestra también el Montanelli más humano.
"Un aspecto humano -apunta- que sale a través de sus propias palabras, porque hemos querido hacerle hablar, ya sea con declaraciones escritas o haciéndolo hablar a través de vídeos facilitados por la Rai", la televisión pública italiana.
Además de la exposición, el centenario del periodista, quien fue cronista de la Segunda Guerra Mundial (1939-1945) y recibió ocho tiros en las piernas de dos miembros de las Brigadas Rojas en 1977, es conmemorado hoy con el lanzamiento de un sello en su honor, en el que aparece su inseparable Olivetti 22 y sus inconfundibles gafas.
Cien años después de su nacimiento, Montanelli sigue muy presente, a pesar de que su vida se apagara el 22 de julio de 2001 en Milán.
Un día después el "Corriere della Sera" publicaba un artículo póstumo escrito cuatro días antes de morir y que decía así: Indro Montanelli "se despide de sus lectores, agradeciéndoles el afecto y la fidelidad con los que le han seguido".
