Los principales partidos de la oposición italiana, Partido Demócrata (PD), Unión de Democristianos de Centro (UDC) e Italia de los Valores (IDV), no consiguen ponerse de acuerdo en la forma más adecuada para afrontar los escándalos del primer ministro italiano, Silvio Berlusconi. El desacuerdo quedó puesto de manifiesto ayer con la presentación de IDV de una moción de censura contra Berlusconi, a la que le siguió una iniciativa parlamentaria del PD para que el político italiano comparezca ante el Parlamento.
Según confirmaron a Efe fuentes del PD, el partido liderado por Dario Franceschini no apoyará la moción de censura, al considerar que con ella "se puede conseguir el efecto contrario", es decir, que Berlusconi salga reforzado. Y por su parte el líder de IDV, Antonio Di Pietro, afirmó que, aunque su partido sí apoyará la iniciativa, sustentada también por UDC, ésta "no tiene ningún valor político".
Lo cierto es que ambos partidos quieren que Berlusconi dé cuentas de sus tres polémicas: el caso del abogado Mills, el de Noemi Letizia y la pretensión de reducir el número de parlamentarios.
