Local

Italia teme más agresiones por la escalada de la tensión política

Los servicios secretos aumentarán la protección y la vigilancia de Berlusconi.

el 15 dic 2009 / 21:02 h.

TAGS:

Los partidarios de Berlusconi colocaron pancartas de apoyo en la puerta del hospital San Raffaele de Milán.

Los servicios secretos de Italia temen que la agresión sufrida el pasado domingo por el primer ministro italiano, Silvio Berlusconi pueda repetirse dada la "creciente preocupación" por los numerosos focos de tensión que existen en el país.


Así lo hizo saber ayer el presidente de la comisión parlamentaria para la Seguridad de la República (COPASIR), Francesco Rutelli, después de una reunión con el subsecretario de la Presidencia para los servicios públicos, Gianni Letta, y con el director del departamento de Información para la Seguridad (DIS), Gianni de Gennaro.


Tras lo analizado durante las últimas semanas, Rutelli mostró "una creciente preocupación porque ahora ya existen muchos puntos de tensión en nuestro país". "La vigilancia y la protección deberá ser muy alta, porque el riesgo de que un episodio tan grave pueda derivar en un aumento del peligro, y también en emulaciones, existe", añadió.


La agresión al primer ministro, cuyo responsable ya ha sido detenido, ha generado un gran debate en Italia sobre la seguridad del primer ministro y sobre si la crispación política que vive el país estuvo en el origen de los hechos. Rutelli consideró también que sería conveniente limitar el contacto del primer ministro con los ciudadanos, porque ahora el peligro es "más elevado que antes" ya que la agresión se produjo cuando Berlusconi se acercó a saludar a sus partidarios en plena plaza del Duomo de Milán."Todos son respetuosos con su modo de comportarse con el público, pero su integridad no es una cuestión que afecte sólo a la persona de Berlusconi, ya que el jefe de Gobierno es un patrimonio, un bien para toda la comunidad nacional", comentó el presidente del Copasir. Por contra, el líder del opositor partido Italia de los Valores (IDV), Antonio di Pietro, uno de los más criticados estos días tras las declaraciones que hizo después de la agresión y en las que afirmó que Berlusconi instiga a la violencia con su comportamiento, insistió en que el primer ministro "crea un odio que arma la mano instigada por problemas de una mayoría y un Gobierno que someten al Parlamento a su propio uso".


Por su parte, el portavoz de la Presidencia del Gobierno, Paolo Bonaiuti, aseguró también ayer por la mañana que, a pesar de la agresión, "será muy difícil" convencer al primer ministro de que no se acerque al público durante los actos públicos. A esto contestó el presidente del Copasir admitiendo que "es evidente que una mayor prudencia será necesaria de ahora en adelante". Además, el ministro del Interior, Roberto Maroni, explicó que no hubo fallo alguno ni la gestión de la seguridad del acto ni en la actitud del primer ministro, y añadió que "Berlusconi tiene todo el derecho de acercarse a sus seguidores, porque esto es la democracia y la política".
debate nacional. La agresión al presidente continuó ayer acaparando las portadas y cabeceras de los principales medios de comunicación, que ayer seguían cuestionándose cómo pudo ocurrir la agresión ya que Berlusconi cuenta con una escolta de cerca 20 personas. Los diarios también analizaron si resulta oportuno que un jefe de Gobierno se acerque tanto a un grupo de personas que no han sido sometidas a algún control.


Mientras, el considerado autor de la agresión, Massimo Tartaglia, y que fue detenido el mismo domingo justo después de lanzar al primer ministro una réplica de la catedral milanesa, prestó declaración ayer ante la juez Cristina di Censo, quien debe ahora decidir si hace firme el arresto de este hombre de 42 años que desde hace una década está recibiendo tratamiento psiquiátrico. Durante la vista, los abogados del supuesto agresor solicitaron el ingreso de Tartaglia en un centro psiquiátrico, una cuestión sobre la que la juez decidirá tras estudiar el historial médico del presunto agresor.

  • 1