Votarán que no pese a que el coordinador regional de Izquierda Unida, Diego Valderas, había anunciado que su grupo esperaría a oír la intervención de Manuel Chaves para decidir entre la abstención o el rechazo a su investidura. Entonces sus palabras fueron rápidamente contestadas con el que se ha ganado ya el título del diputado díscolo de IU, Juan Manuel Sánchez Gordillo, quien advirtió que él sólo estaba dispuesto a pulsar el no.
La solución para evitar este primera foto de división en un grupo de seis diputados ha venido de la mano de la ejecutiva de IU. La dirección regional aprobó la noche del lunes por unanimidad el voto en contra de la investidura. Así evita problemas. Sánchez Gordillo ha ganado este primer pulso a Valderas, que ayer tuvo que explicar a los medios su cambio de actitud. "No nos fiamos de Chaves, ya que no creemos que tenga margen de movimiento atendiendo a la orientación que ha tomado el Gobierno central", aseguró. "No aportará grandes ideas ni grandes cambios", agregó Valderas. IU pedirá un plan para luchar contra la pobreza, que se concrete la deuda histórica y aumentar el Fondo de Compensación Interterritorial -que garantiza la solidaridad en la financiación-.
Para el otro frente abierto en IU y liderado por las mujeres de la formación, que exigen ceses en un grupo parlamentario integrado exclusivamente por hombres, no hubo soluciones. La dirección andaluza se limitó a admitir la "contradicción y debilidad" que supone que IU no tenga ni una sola diputada. Nada más. Mantendrá a todos los diputados masculinos y cambiará los estatutos en la próxima asamblea.
