Tanto Ikea como Altadis llevan años pidiendo una solución para el desarrollo urbanístico de sus parcelas: los terrenos de San Nicolás Oeste, en el caso de la multinacional sueca, y de Los Remedios, en el caso de la tabacalera. Sus propuestas fueron debatidas en el seno del gobierno de PSOE e IU, pero siempre acabaron por ser rechazadas. En buena medida por los cambios que suponían en el Plan General de Ordenación Urbanística.
Ahora, Juan Ignacio Zoido ultima un acuerdo con las dos empresas, e IU, desde la oposición, expresó ayer con contundencia su rechazo a los dos proyectos que están encima de la mesa. Dos casos que para la federación son "pelotazos urbanísticos", que pueden marcar "un precedente peligroso" y que suponen acabar con el "modelo de ciudad" trazado en el plan urbanístico. Contra ellos, el portavoz, Antonio Rodrigo Torrijos, anunció ayer que impulsará la creación de una plataforma ciudadana en "defensa del modelo de ciudad" y amenazó con acudir a los juzgados: "Si tenemos la más mínima posibilidad de denunciarlo, que a nadie le quepa la menor duda de que lo haremos, aunque nuestra intención no sea judicializar la política".
Torrijos, quien subrayó que existen informes técnicos de la Gerencia de Urbanismo -elaborados durante el anterior gobierno local- que cuestionaron la legalidad y la oportunidad del proyecto presentado por Ikea para San Nicolás Oeste, reclamó a Zoido que "escuche a los técnicos" y no tome una medida que puede ir contra sus informes y contra el marco legal actual.
Una advertencia a la que añadió una crítica al proyecto de la multinacional sueca que consideró "una colonización comercial": "Quieren echar un pulso a la ciudad con la excusa de que van a crear un número de empleos que se antoja inflado. Otras tiendas sólo cuentan con 250 trabajadores. Y encima su producto no es autóctono. ¿Qué pasará con el comercio tradicional porque está demostrado que por cada puesto de trabajo de una gran superficie se pierden 2,5 del comercio tradicional? ¿Por qué el silencio de Aprocom en este debate?", se preguntó Torrijos.
El portavoz de IU situó prácticamente en el mismo plano la modificación "de fondo" que reclama Ikea para San Nicolás Oeste que la propuesta que tiene Altadis para reconvertir su fábrica en una combinación de equipamientos y de suelo comercial que obligaría a recalificar este suelo, catalogado como de uso industrial en el Plan General de Ordenación Urbanística. Torrijos, quien en campaña abrió las puertas a un cambio en el PGOU si este llevaba aparejado que una parte de la fábrica se mantuviera para un parque de la economía social, no sólo criticó el cambio de uso de los terrenos, que comparó con los casos de Uralita y Coca-Cola, sino que advirtió de las posibles remuneraciones en especie -con suelos para viviendas en otras zonas de la ciudad- que se pueden ofrecer a la empresa a cambio de su terreno.
Con estos dos proyectos de fondo, Torrijos reclamó una "movilización ciudadana" en contra de los proyectos empresariales que negocia el gobierno local, anunció su voto contrario en cualquier órgano en el que se debatan estas medidas e instó a la Junta de Andalucía a no permitir estas modificaciones.