La convocatoria de huelga general del próximo 29 ha elevado la crispación política y está monopolizando el inicio del curso parlamentario. En este asunto hay dos bandos: por un lado, PSOE y PP, que rechazan bajo el argumento de la "responsabilidad política" que el pleno de la Cámara fijado para el día de la protesta se cambie de fecha. Por otro, IU, promotor de esta propuesta, que se ha alineado con los sindicatos y juntos critican que los grandes partidos den la espalda a los problemas del pueblo.
Los dos bandos protagonizaron ayer un encendido cruce de acusaciones. Después de que la Junta de Portavoces del Parlamento -con los votos de socialistas y populares- negara el cambio en el calendario, el coordinador de IU, Diego Valderas, anunció que los seis diputados de su formación no asistirán al pleno del día 29. Han pedido a la presidenta de la Cámara, Fuensanta Coves, que les descuente el sueldo de la jornada e hicieron un llamamiento a los diputados de izquierda del PSOE para que vivan "un día de rebeldía".
Valderas, que ya había llamado "esquiroles" a socialistas y populares, lamentó que estos parlamentarios se hayan unido para formar el "primer piquete antihuelga". Insistió en que en varias ocasiones los partidos han cambiado "a su antojo" las fechas de los plenos y que, precisamente, el Gobierno andaluz "ha hecho a veces la mona" al ausentarse de las sesiones plenarias.
También los sindicatos cargaron contra lo que consideran una doble vara de medir de PSOE. A UGT y CCOO les parece "ridículo" que un partido -en clara alusión al PSOE- que en 2002 alentó la huelga contra el decretazo de Aznar ahora "haga justo lo contrario". Las relaciones de los sindicatos con la Junta no pasan por su mejor momento. IU, en cambio, ha abanderado su causa y contará mañana con los líderes de UGT y CCOO en un acto en Granada. Los sindicatos, que ayer presentaron la convocatoria de huelga general, aseguraron que la negativa a cambiar el día del pleno "deslegitima la política" y sostuvieron que lo que pretenden socialistas y populares es "dar la sensación de aparente normalidad para evitar el éxito de la huelga".
Pero PSOE y PP tienen claro que el Parlamento "se debe a la ciudadanía" y que su obligación es trabajar para solucionar sus problemas. El portavoz socialista, Mario Jiménez, opinó que ser diputado "no es un trabajo", sino que es la "traducción del poder del pueblo", y si los parlamentarios hacen huelga "estarían traicionando esa confianza". Desde el PP, Jorge Ramos coincidió en que los andaluces "no entenderían la deserción de los diputados".
comparecencias. Aparte del rifirrafe por la huelga, quedó fijado el orden del día del próximo pleno (15 y 16), en el que comparecerá la consejera de Presidencia y portavoz del Gobierno andaluz, Mar Moreno, y el titular de Educación, Francisco Álvarez de la Chica. El PSOE llevará el plan forestal aprobado por la Junta para que el PP aclare si está a favor o no de favorecer a las zonas rurales, e instará al Ejecutivo a que elabore un plan de empleo joven. Los populares pedirán a la Junta firmeza ante el recorte de las ayudas a la VPO.
