La formación de Diego Valderas prepara un informe técnico con el que pondrá sobre la mesa al PSOE la reforma de la Ley Electoral que el propio Gobierno andaluz planteó hace ahora dos años, en el inicio de la actual legislatura, y que ahora está fuera de la agenda política.
El contexto de crisis económica arrinconó esta propuesta y cambiar ahora las reglas del juego, cuando las encuestas hablan de un mal escenario para los socialistas, se antoja especialmente complicado.
La formación de Valderas abogará por aumentar el número de escaños para luchar contra el bipartidismo creciente en la Cámara andaluza y para mejorar la proporcionalidad en el reparto de los votos.
IU propondrá un hemiciclo de entre 129 y 137 diputados y en el que se pueda formar grupo con un 3% de los votos (ahora mismo se necesita el 5%). IU trata de extrapolar a la realidad autonómica las conclusiones del informe elaborado por el Consejo de Estado en el que el máximo órgano consultivo del Gobierno defendía que existen problemas de proporcionalidad en el actual reparto de votos. El Consejo de Estado abogó por elevar a 400 el número de diputados en el Congreso (hay 350), reducir la representación de cada provincia a un diputado (hoy son dos) y sustituir la Ley D'Hont por el llamado método Hare para calcular la atribución de escaños. La ley electoral andaluza está hecha a imagen y semejanza de la estatal y repite todos sus errores, dice IU.
El grupo minoritario de la Cámara (con seis diputados desde 2000), se quedó muy solo en 2008, cuando desapareció el Partido Andalucista. Desde entonces se enfrenta a la política de sándwich, casi invisible entre los dos partidos mayoritarios: un PSOE con mayoría absoluta (56 diputados) y un PP con 47. Además, tras pelear sin éxito por la reforma del Reglamento, tiene muchas dificultades para registrar y debatir sus iniciativas, al tener un cupo muy limitado. Las encuestas dibujan una realidad en 2012 en la que el PSOE podría perder la mayoría y necesitaría a IU para gobernar. Una reforma de la Ley podría permitir volver al PA y cambiaría el escenario.
Izquierda Unida se queja de que con el reparto actual es mucho más fácil sacar un diputado por Sevilla que por Almería, Huelva o Granada. En el primer caso basta el 5% de los votos, en el resto se requiere hasta un 8%. IU no obtuvo en los comicios de 2008 representación ni por Almería (con 12.476 votos) ni por Jaén (con 25.146). Otra de las propuestas de la federación de izquierdas copia la idea del Consejo de Estado de crear una bolsa de restos, donde vayan los sufragios perdidos en cada provincia y que permita sumar escaños.
La posibilidad de ampliar el Parlamento se abrió con la reforma del Estatuto, cuando -a petición de IU- se diseñó una Cámara compuesta "por un mínimo de 109 diputados". Al arrancar la actual legislatura el ex presidente Manuel Chaves lanzó un guiño a IU e incluyo esta reforma en su plan de gobierno. Meses más tardes durante un viaje oficial a Argentina defendió la reforma electoral para que todos los andaluces residentes en el extranjero (144.000) formaran parte de una circunscripción única. El entonces consejero de la Presidencia, Gaspar Zarrías, aseguró que una ponencia técnica en el Gobierno estaba estudiando la reforma de la Ley andaluza "en diferentes apartados". La crisis dejó el proyecto en un cajón y el Gobierno de José Antonio Griñán jamás la ha situado entre sus prioridades.
Ahora PSOE y PP negocian en Madrid una reforma de la norma estatal que pondría serias restricciones al voto emigrante. Una subcomisión en el Congreso aboga porque los residentes ausentes sólo puedan elegir representantes en el Senado, pero no en las autonómicas, las generales o las municipales. El Gobierno es más suave y quiere que se restrinja únicamente en las locales. En Andalucía el voto emigrante beneficia a los socialistas.
El PP-A siempre se ha mostrado contrario. Sólo pactaría una cambio para forzar que los comicios autonómicos no puedan coincidir con otras elecciones.
