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El autor del diseño muestra las nuevas pañoletas que lucirán las casetas de la Velá de Triana este año. Foto: Manu R.R. (Atese)
Si bien considera extraño que el Gobierno de Zoido sólo esté interesado en reglamentar por normativa esta velá, habiendo un total de 14 en la ciudad, José Manuel García ha aclarado que su organización no se opone a una regulación per se, sino a "muchas de las absurdas prohibiciones y exigencias que esta ordenanza en cuestión establece". Y, entre ellas, ha destacado la imposición del mismo hilo musical y tipo de decoración para todas las casetas o la imposibilidad de colgar banderas desde la zapata de Triana.
Sobre esta última restricción, el coordinador local de IU ha afirmado que se trata de un ataque directo a la libertad ideológica que sólo busca impedir a Izquierda Unida poder seguir desplegando, como venía haciendo tradicionalmente, una bandera republicana desde la parte trasera de su caseta hacia el río. Y es que, según ha advertido, el PP está obsesionado con la idea de encorsetar y de homogeneizar una fiesta que, le guste o no, es diversa en su esencia y naturaleza.
Nadie comprendería que en la Feria de Sevilla se obligase a poner la misma música en todas las casetas, eso es un absoluto disparate, ha continuado argumentando José Manuel García, quien ha manifestado que estas medidas nos recuerdan a otra época en la que todo el mundo tenía que actuar, pensar y vivir conforme a los dictados que imponían los de arriba.
Otro de los artículos de la ordenanza recurridos por la federación de izquierdas ante el TSJA es el que hace referencia al proceso de adjudicación de las casetas, ya que los criterios de baremación para conceder dichos espacios no se definen con claridad y, en la práctica, quedan relegados al arbitrario capricho del Distrito.... es decir, del PP, ha apostillado José Manuel García.
Por todo ello, el coordinador local de IU confía en que el TSJA resuelva en favor de la cordura y el sentido común y, en consecuencia, haga rectificar al Gobierno de Zoido en su irracional empeño por aplicar una normativa que no ha contado desde un principio con el consenso político y social necesario y que, desgraciadamente, destila intolerancia y sectarismo por todos lados, ha concluido.
