Los grupos políticos votan hoy a puerta cerrada el dictamen final de la comisión de investigación creada en el Parlamento sobre el fraude millonario del caso ERE. PSOE y PP han enmendado el grueso del documento elaborado por IU, unos porque consideran que se queda corto y los otros por todo lo contrario. El dictamen condena políticamente a José Antonio Viera y Antonio Fernández, exconsejeros de Empleo. Los socialistas lo rechazan y enmarcan el máximo nivel de responsabilidad en la Dirección General de Trabajo mientras que el PP apunta a lo más alto: al presidente de la Junta, José Antonio Griñán, y al expresidente Manuel Chaves. Las posturas de los dos grandes partidos están en las antípodas, pero se puede dar la esperpéntica circunstancia de que el PP, si finalmente se abstiene en la votación de las responsabilidades de Viera y Fernández -el PSOE propiciará que el dictamen se vote por puntos-, allane el camino a los socialistas e impida que el Parlamento culpe a ambos exconsejeros. IU teme que el dictamen final se vaya al garete.
La votación de mañana es compleja y anticipa lo que ocurrirá la próxima semana, cuando el pleno del Parlamento debe aprobar el dictamen de la comisión de los ERE. A la federación de izquierdas le preocupa que la Cámara haga el "ridículo" al aprobar, después de 17 años sin ninguna comisión de investigación, un dictamen sin conclusiones. El voto decisivo es el del PP. Los populares, que hasta última hora de la tarde de ayer estuvieron cerrando su estrategia y que no quisieron desvelarla, rechazan de plano el dictamen elaborado por Ignacio García (IU) porque opinan que se queda corto. Piden 15 dimisiones, entre ellas las de Griñán, que era exconsejero de Economía, la de Chaves, los actuales consejeros de Hacienda y Economía y otros exaltos cargos. La clave está en si se abstendrán del punto más espinoso del texto -las responsabilidades de Viera y Fernández- o si lo apoyarán. Si hacen lo primero, están "favoreciendo justo lo contrario de lo que defienden", advirtió Ignacio García, es decir, facilitarían que ambos exconsejeros de Empleo salieran impunes políticamente. Y es que los 47 votos del PSOE, que rechazarán implicar a Viera y Fernández, pesarían más que los 12 de IU.
En comisión regirá el voto ponderado, igual que en el pleno: cada partido hará uso del número de escaños que posee. El PP es el más numeroso en el Hospital de las Cinco Llagas y cuenta con 50 parlamentarios. Ayer los populares reclamaron que la comisión de hoy sea "a puerta abierta" para que se vea "el pasteleo" entre PSOE-IU, pero su petición no prosperará. Fuentes del PP insistían anoche en que, además, pelearán por que los distintos aspectos del dictamen no se voten por separado. Sin embargo, la propuesta del PSOE está amparada por el Reglamento de la Cámara. García avisó de que si el PP "cae en el infantilismo de no votar a favor porque quiere lo máximo, le está dando su voto al PSOE". "Entonces solo quedará [Francisco Javier] Guerrero [exdirector de Trabajo de la Junta] como responsable" de la trama, añadió. De eso mismo alertó el portavoz parlamentario de IU, José Antonio Castro, al portavoz popular, Carlos Rojas, en una conversación ayer. A juicio de García, el Parlamento se merece un dictamen "coherente, con sustancia" y todo eso está en riesgo.
Presiones. En sus 41 enmiendas los socialistas proponen que se elimine el párrafo del dictamen que acusa directamente a Viera y Fernández de ser los "muñidores del convenio" que desencadenó las ayudas irregulares. Viera, diputado socialista en el Congreso, es señalado como el "autor intelectual" de la trama de subvenciones públicas. El PSOE insistió ayer en atribuir a Guerrero la responsabilidad del caso ERE pese a las "apetencias políticas" de PP e IU. Castro aseguró que los ciudadanos no entenderían que los responsables políticos de la trama que finalmente sean apuntados por la comisión del Parlamento "se pasaran por el forro" las conclusiones del dictamen. "Gente que ha sido parlamentaria debería asumir las conclusiones", opinó, en clara alusión a los exconsejeros socialistas. Fuentes de la federación de izquierdas admitieron que esperaban que el PSOE, su socio en la Junta, aceptara el dictamen contra Viera y Fernández, pero las mismas fuentes lamentaron que hay "muchas presiones internas" en las filas socialistas y que muchos diputados ven "inasumible" las conclusiones políticas que se debaten hoy.
