El espectáculo político que está dando la comisión de investigación de los ERE en el Parlamento andaluz puede que no haya acabado. Los partidos han sido incapaces de consensuar un documento de mínimos para depurar responsabilidades políticas en esta presunta trama de corrupción tejida con fondos públicos de Empleo y que pone en cuestión las ayudas sociolaborales de una década. Prácticamente han tirado a la basura seis meses de trabajo y han arruinado el crédito político de una comisión que abría una nueva etapa, tras 17 años sin un foro de estas características. El pasado jueves, PSOE y PP rechazaron un dictamen redactado por el presidente de la comisión, el diputado de IU Ignacio García, que apuntaba a las responsabilidades políticas de los exconsejeros de Empleo, Antonio Fernández y José Antonio Viera. El dictamen, descafeinado e inconexo, apenas apunta al exdirector general de Trabajo, José Antonio Guerrero, y también, de forma algo sorprendente, dispara contra el exinterventor general de la Junta, por no haber emitido un informe de actuación que alertara de la presunta trama corrupta.
El documento deberá de aprobarse en el pleno del Parlamento de la próxima semana, pero no está claro que salga adelante. Todo depende de si Izquierda Unida suma su voto al de sus socios de Gobierno, el PSOE, y permiten que se apruebe un dictamen que los propios diputados de IU han calificado de "inconexo y sin sentido", además de lamentar "la mofa al Parlamento". Hay una parte de IU que cree que debería de producirse un gesto político en el próximo pleno y recordar al PSOE que no tienen la mayoría absoluta. En estas tesis se alinean la mayor parte de los diputados, según fuentes del grupo parlamentario, aunque la decisión se tomará en la reunión que cada lunes celebra la ejecutiva regional. El tono del coordinador regional de IU y vicepresidente del Gobierno andaluz, Diego Valderas, dejó claro que él no está en esa corriente beligerante. Sus palabras ayer sorprendieron, incluso dentro de sus propias filas. Consideró "magnífico en defensa de la democracia" el trabajo de la comisión de investigación y aseguró que la propuesta de dictamen es "de servicio a la democracia". Valderas alabó el trabajo del diputado Ignacio García y aseguró que su partido tendrá que debatir su posición y su grupo parlamentario mantendrá un voto particular en función de lo ocurrido.Desde el PP andaluz, su portavoz parlamentario, Carlos Rojas, también reclamó a IU que no vote en pleno el dictamen y que propicie que se pueda redactar un nuevo documento. Los populares tienen complicado explicar que su voto, en el mismo sentido que el de los socialistas, impidiera que se apuntara más arriba y se pidieran responsabilidades a los exconsejeros de Empleo. Rojas insistió ayer en que ellos han sido coherentes con su posición, que han votado en contra de todo el dictamen y que no podían admitir que se fijaran las responsabilidades en Viera y Fernández, cuando a su juicio hay datos para apuntar al presidente José Antonio Griñán y a su antecesor, Manuel Chaves. "Le pedimos a IU que reflexione porque sus votantes se lo están pidiendo también", aseguró Rojas, que consideró lo ocurrido como "inaceptable" y una "tomadura de pelo".Por su parte el portavoz socialista, Francisco Álvarez de la Chica, arremetió duramente contra el PP pero no dijo nada sobre por qué su grupo elude la autocrítica o pide responsabilidades a sus exconsejeros. El socialista aseguró que el PP, uniendo su voto al PSOE, "se ha situado casi en el límite de un partido antisistema".