Las posturas entre la delegación de Economía y los artesanos acerca del uso del Parque de Arte Sacro siguen distantes. A pesar de que ambas partes intentaron escenificar ayer un entendimiento durante la visita que realizaron a las obras del parque, sus conceptos sobre la ocupación de estos espacios están muy alejados.
El delegado de Economía, Carlos Vázquez (IU), manifestó en la visita que el uso del Parque de Arte Sacro mantendría su objeto inicial, es decir, que iría destinado “para artesanos sacros y afines”. Un anuncio que, a juicio de la propia delegación, no entra en contradicción con la decisión que Sevilla Global adoptó recientemente: un acuerdo por el que se abría el uso del parque a otros artesanos dada la caída de la demanda, para así lograr ocupar los locales de este complejo que siguen sin venderse.
Ejecutadas al 95% y a menos de dos meses de que la constructora haga entrega de las obras, prevista para el próximo mes de marzo, el parque tiene vendido el 50% de su superficie y el resto, que corresponde a los locales de menor tamaño, no cuenta con ofertas de compra de ningún artesano sacro. La realidad es que el Ayuntamiento sólo ha podido recuperar la mitad de los 17 millones de euros invertidos en el proyecto, y que, si no logra vender el resto antes de 2011, serán las propias arcas municipales las que deban responder al cargo, y la economía del Consistorio no está para grandes gastos. Es por ello que desde Sevilla Global se alude al concepto de “afines” como la mejor solución para que otros artesanos accedan al uso del parque.
Pero el término es tan amplio que no acaba de convencer a los artesanos sacros, que ayer exhibieron dos caras muy diferentes. Manuel Santana, presidente de la Asociación de Artesanos Las Sirenas, mostró durante la visita a las obras por la mañana “su satisfacción” por la “rectificación” municipal. Y es que los artesanos entendían que el uso del parque sería exclusivo para ellos. El propio Santana incidía en que “los talleres están diseñados para la artesanía sacra” y que incluir en ellos a “otros artesanos” es algo que “no ven del todo claro”.
Lo cierto es que ya por la tarde le daban un giro radical a su postura al considerar que sigue abierta la puerta a otros usos, por lo que vuelven a amenazar con irse. “En el momento que un artesano no sacro entre en el parque el resto lo abandonaremos y anularemos los contratos”, dijo Santana. Desde Economía no quisieron calificar esta postura, aunque sí aseguraron que “no se venderá ningún local sin contar con la opinión de los artesanos”.
