-¿Cómo vivió la comunidad judía el reciente aniversario de la Noche de los Cristales Rotos?
-Es una efeméride muy especial porque realmente se cumplen 71 años de la que en definitiva es la noche inicial del Holocausto. Antes hubo una preparación psicológica y legal pero fue a partir de ese momento cuando la persecución se hizo insostenible.
-¿Qué nivel de integración tienen los judíos en España?
-La comunidad judía de España es bastante antigua en cuanto a su nacimiento. Las primeras comunidades, como la pequeña de Sevilla, llevan desde finales del siglo XIX. En los últimos 50 años han recibido dos aportaciones importantes, la de los judíos hispano-marroquíes y la de los judíos latinoamericanos. Ambas eran de lengua española y eso facilitó la integración.
-¿Son los españoles una sociedad comprensiva con el resto de culturas y religiones?
-Yo creo que evaluar al conjunto de la población es difícil, siempre se generaliza. Pero en el tema judío los españoles se debaten entre dos situaciones: una, la valoración de lo que fue la España medieval judía, y otra un cierto prejuicio producto inevitable de tres siglos y medio de Inquisición que muchas veces queda en el inconsciente.
-¿Cree que España aún les debe algo a los judíos?
-Deber es una palabra... Yo lo que creo es que toda la sociedad tiene que hacer el exorcismo de sus fantasmas y España debería exorcizar ese fantasma del prejuicio contra los judíos. Pero no por un deber, sino por el propio beneficio mental de uno. Ya lo dijo el Rey en su visita histórica a la sinagoga cuando se cumplió el quinto centenario de la expulsión: "Los hispano-judíos se encuentran en su casa".
-¿El antisemitismo va a menos en España?
-No. El antisemitismo va a más en la sociedad, hasta que la educación enseñe lo que los judíos han podido darle a la sociedad española tanto a niveles intelectuales como en la propia religión, ya que la religión cristiana es hija de la judía. Este año ha sido nefasto. Pintadas, ataques a las sinagogas... A mí mismo me recibieron gritando "fuera judíos" en un seminario sobre racismo. Las autoridades están preocupadas porque el antisemitismo es el primer elemento de la xenofobia y ha sido el mayor crimen en Europa.
-Hace poco se celebró el juicio por el asesinato de Carlos Palomino. ¿Cómo pueden evitarse estas agresiones racistas?
-Todo este tipo de cosas vienen de los prejuicios y de la violencia que radica en todos los extremos. Soy partidario de una solución hacia el centro, de intentar conciliar y no dividir. Si fijamos el zoom sobre lo que nos separa, es terrible, pero si lo hacemos sobre lo que nos une, eso es lo positivo.
-¿Cree que el hecho de señalar como agravante el odio ideológico es un paso adelante?
-Creo que el odio ideológico, racial, el odio por el odio, debería ser siempre un elemento a tener en cuenta en los juicios. En la educación, de todas formas, es donde se puede encontrar el camino a la solución. Enseñar en la tolerancia, no sólo en la educación formal, sino en la que se recibe a través de los medios y la familia.
-¿Cómo cree que afectará la marcha de Abás a la búsqueda de la paz en Oriente Próximo?
-Dependerá de quién le sustituya. En este conflicto yo creo que evidentemente la solución son dos estados. En principio, ambas partes lo aceptan.
