Unas monjas achican agua a la entrada de su convento en Baeza.
Muchos vecinos de las localidades jiennenses que más sufrieron las fuertes lluvias del pasado lunes aún achican agua. Además de daños a las casas, las precipitaciones caídas el pasado lunes sobre la provincia de Jaén también ocasionaron el cierre total de la carretera N-323, en ambos sentidos y a su paso por el término municipal de la capital a cuenta de inundaciones, así como el cierre de la conexión ferroviaria Jaén-Espeluy y un desprendimiento de tierra y piedras en una población de Baeza que se saldó sin heridos pero con ocho personas desalojadas.
En la población de La Yedra, perteneciente a Baeza, el muro trasero de una vivienda tuvo que ser derribado debido a un desprendimiento de tierra y piedras. Dos viviendas de la calle Del Valle de la localidad, donde se alzaba la casa afectada, fueron desalojadas con efectos sobre un total de ocho personas.
En lo que se refiere a la vía ferroviaria que hubo de cortarse el lunes, el tráfico quedó restablecido al mediodía de ayer.
