Coke, protagonista en Vallecas. Un gol de Coke al cabecear una falta lanzada por Rakitic (56') dio tres puntos de oro al Sevilla en Vallecas, donde sufrió más de lo debido ante el Rayo, que se jugaba la vida y terminó volcado en el área nervionense. Delgado Ferreiro, en la enésima actuación arbitral adversa, dejó al Sevilla con diez hombres en el minuto 82 tras mostrar la segunda tarjeta amarilla a Iborra. Lo hizo por pérdida de tiempo, cuando éste se retiraba del campo lesionado. Ver para creer. Pese a ello, el equipo de Unai Emery, que había tenido ocasiones para sentenciar la contienda mucho antes y volvió a desperdiciar una vez más, supo resistir. El Sevilla acabó con cuatro laterales en el campo -Fernando Navarro y Alberto Moreno en la izquierda y Coke y Diogo en la derecha- y, sobre todo, con la sensación de que necesita hacer muchas, muchísimas cosas para ganar un partido. Emery se alió con la estrategia una vez más, y ésta le permitió a él y al equipo salir airosos. No obstante, su planteamiento ante un rival situado en zona de descenso dará mucho que hablar. La primera parte radiografió muy bien la situación del Sevilla: jugadores rindiendo a un nivel bajo, faltos de confianza e incluso de recursos; una ansiedad por llegar a la portería contraria que provoca innumerables pérdidas de balón y que encomienda los goles a las jugadas a balón parado; y, en resumen, una falta de identidad que permite a un conjunto como el Rayo, penúltimo en la clasificación, vivir posiblemente uno de sus partidos más cómodos de la temporada. Tampoco Emery parece disponer de soluciones para corregir todo esto. Bien es cierto que el técnico no tiene culpa de que rendimientos individuales -fallos increíbles ante la portería rival, pérdidas de balón sin sentido, errores clamorosos en defensa- provoquen la desesperación del sevillismo, pero sí de determinadas decisiones. ¿Mover el banquillo lo solucionaría? Su insistencia en dar la titularidad a un buen central pero que anda desconocido como Nico Pareja; su apuesta por un joven prometedor como Jairo que no pudo hacer gran cosa pese a su voluntad mientras Reyes y Marko Marin no jugaron un solo minuto; y, muy especialmente, el no ser capaz de que el equipo, más allá de los once futbolistas que estén sobre el césped, ni siquiera logre adueñarse de la pelota frente a este Rayo, señalan una vez más al técnico. Más allá de la victoria de este domingo. Tras el triunfo del Valencia este domingo, el Sevilla es octavo. Es decir: no tiene plaza europea a día de hoy. En Copa falló y en la Europa League todo está por ver. El Sevilla, con Reyes -dos partidos sin jugar ya-, Marin y Kevin Gameiro -salió en la recta final por un desorientado Bacca- viendo el panorama sentados, no inquietó con peligro hasta el minuto 43. Lo hizo gracias a un balón servido por Rakitic al corazón del área que Fazio no llegó a rematar. Poco antes, el colegiado, acertadamente, había anulado un gol a Carriço, en posición antirreglamentaria tras una nueva acción a balón parado. Fue el único recurso del Sevilla a la hora de hincar el diente al Rayo, un rival que tampoco inquietó pero que pudo adelantarse tras un centro envenenado de Tito que Beto se comió. NUEVO PARTIDO. Las cosas cambiaron tras el descanso. En apenas dos minutos hubo tantas ocasiones claras con en toda la primera parte. Rakitic rozó el gol con un zurdazo a pase de Carriço previa conexión con Bacca y, en la otra portería, Jonathan perdonó lo imperdonable tras una buena pared. Quien no falló fue Coke. En su regreso a Vallecas, el madrileño firmó su tercer gol en Liga tras cabecear una falta lateral de Rakitic. Un nuevo gol en jugada de estrategia que insufló aire al Sevilla cuando aún resoplaba ante el error de Jonathan. Emery, dejando claro que no confiaba en Reyes o Marin, decidió quitar a Jairo y situar en su puesto a un lateral, Diogo. Mejor amarrar el 0-1 que buscar el 0-2 con futbolistas desequilibrantes frente a un Rayo obligado a dehar huecos pero que tienen carencias defensivas. Paradójicamente (o no), Diogo tuvo el 0-2 en sus botas al enganchar de primera un balón que se perdió junto al palo. Lo mismo que Rakitic dos minutos más tarde (77'), cuando mandó fuera la pelota con toda la portería para él. Pero el Sevilla sufre incluso con cuatro laterales. Larrivey tuvo el empate con un disparo desviado por poco tras ua jugada en el área y, para colmo, Delgado Ferreiro dejó al equipo con diez por expulsión de Iborra. El Rayo apretó, se volcó, hizo subir a su portero a rematar... la agonía se palpaba en el área nervionense. Al final, la resistencia sevillista dio frutos y el equipo se llevó la deseada victoria. Ahora, toca respirar, ver cómo se puede mejorar y no fallar el próximo jueves en la Europa League. Así es este Sevilla: vive al día. No hay para más. Ficha técnica. Rayo Vallecano: Rubén; Tito, Ze Castro, Saúl, Rat (Longo, m.66); Baena (Adrián González, m.56), Trashorras; Lass, Iago Falque, Jonathan Viera, Bueno (Larrivey, m.56). Sevilla FC: Beto; Coke, Nico Pareja, Fazio, Fernando Navarro; Iborra, Carriço; Jairo (Diogo, m.71), Rakitic (Trochowski, m.92), Alberto Moreno; y Bacca (Gameiro, m.77). Gol: 0-1, M.56: Coke. Árbitro: Delgado Ferreiro (Comité Vasco). Amonestó a Iago Falque (m.42) y Saúl (m.64), del Rayo Vallecano; y a Fazio (m.23) e Iborra (m.35), del Sevilla. Expulsó por doble amonestación a Iborra (m.83). Incidencias: Encuentro correspondiente a la vigésimo quinta jornada de Liga disputado en el Estadio de Vallecas ante 11.950 espectadores. RAYO VALLECANO - SEVILLA 0-1, Coke, 23.02. HD por dm_525b2245553f8