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Javi Navarro: el adiós del gran capitán

Ocho años después de lucir la camiseta del club por primera vez, Javi Navarro ha puesto fin a su carrera. Su marcha representa el adiós al eslabón que unía aquel Sevilla recién ascendido en 2001 con el actual.

el 16 sep 2009 / 03:00 h.

Ocho años después de lucir la camiseta del club por primera vez, Javi Navarro ha puesto fin a su carrera. Su marcha representa el adiós al eslabón que unía aquel Sevilla recién ascendido en 2001 con el actual. Era el último guerrero de la vieja guardia que formaban él, Pablo Alfaro y David Castedo.

Junto a estos dos, que ayer le arroparon en su despedida, Javi Navarro ha sido uno de esos futbolistas que han sabido ganarse el respeto de club y afición a base de sudor. Gracias a éste, así como al de otras muchas personas, el Sevilla pasó de ser un aspirante a mantener la categoría a luchar por el mismísimo título de Liga.

Su fichaje en 2001 reforzó aquel plantel de los Notario, Casquero, Gallardo, Reyes, Moisés, Olivera, Prieto y compañía, que no tardaron en verle como un líder. Desde entonces, muchos han sido los que han llegado y muchos los que se han ido, pero él siempre había mantenido ese status de último guerrero de aquella vieja guardia que formó con Pablo Alfaro y David. Ayer, dijo adiós con todos los honores.

Primero se marchó el central maño, en enero de 2006 con 164 partidos de Liga disputados en el Sevilla entre Primera y Segunda a lo largo de seis campañas; luego, en junio de 2007, el lateral mallorquín, que defendió 235 veces la camiseta nervionense, sumando partidos de Liga de las dos categorías a lo largo de sus siete temporadas en el club. El arraigo al equipo y la ciudad de ambos fue tal que hoy día siguen residiendo en ella y manteniendo estrechos lazos de amistad, así como con Javi Navarro, a quien ayer no podían dejar solo y arroparon. Junto a ellos, el presidente, consejeros, empleados de la entidad, familiares y amigos.

Javi Navarro aún no se ha despedido de sus actuales compañeros de plantel 'porque quedan dos finales por disputar', dice. De la afición lo hará el sábado en el Sánchez Pizjuán, donde el club le rendirá un sencillo pero emotivo homenaje antes del partido.

Ayer, Javi Navarro, con dos centenares de partidos oficiales en el Sevilla a la espalda, se despidió ante los medios de comunicación. Y lo hizo conteniendo las lágrimas con la misma fuerza que le ha hecho trabajar en silencio desde la última vez que jugó (final de Copa, 2007) para superar su grave lesión de rodilla. 'Esta es una pequeña pelea que he perdido. Mi ilusión era disputar algún encuentro y no salir así, pero no ha podido ser. De todos modos, me voy muy feliz por el apoyo recibido', afirma.

El central reconoce que esa lucha ha sido amarga: 'Ha habido muchas lágrimas. Esta situación la viví hace años, pero esta lesión con esta edad era más complicada, y sabía que me podía hacer daño. Ha sido una lesión muy traicionera. Me llegaba en un momento muy dulce y lo he llevado mal, pero he estado con gente que me ha ido empujando y a la que debo muchas cosas'.

Abundando en su largo e ingrato periodo de baja, explica que 'hubo dos o tres picos en los que me encontraba bien y pensaba que podría volver a jugar, pero luego volvía a caer'. 'En estos últimos meses, en los que ya se te echa el tiempo encima, ya vi que no podía ser', dice Javi Navarro, ilusionado ahora con 'hacer otros deportes que antes no podía'. Una de las razones que le han llevado a no forzar más su rodilla es la posibilidad de sufrir secuelas que le habrían impedido llevar una vida normal.

SÓLO UN HASTA LUEGO. Javi Navarro, en cualquier caso, no se despide para siempre. Es más, confía en colaborar con la entidad cuando pase página. 'El Sevilla ha sido mi casa, mi trabajo... todo. Si en su momento la situación se concreta, me gustaría seguir trabajando en el club. Supongo que esto no es un adiós, sino un hasta luego. Nos seguiremos viendo en el futuro. Ahora me gustaría desconectar, estar algún tiempo apartado para liberarme de esta sensación. Pero sería un placer poder trabajar en el club y compartir lo que hemos compartido hasta ahora otra vez', indicaba mientras su mirada se dirigía hacia el presidente, sentado junto a él. Hasta entonces, su plan es viajar, conocer mundo, y piensa dedicarle tiempo.

EL TRATO RECIBIDO. Javi Navarro ha hablado también del trato que se le dio en numerosas ocasiones por parte de algunos medios y de seguidores de otros equipos. 'En el entorno sevillista, e incluso en los peores momentos, he vivido en una burbuja. La gente me ha ido llevado en volandas', se limita a decir, sin querer entrar a valorar los criterios que se toman en consideración a la hora de juzgar a unos futbolistas u otros.

'He sido una persona discreta. Teniendo todos los medios para dar la nota, he procurado trabajar más de puertas hacia dentro. Quiero que me recuerden por ser un currante nato que ha trabajado por el equipo y peleado por los compañeros', apunta.

Por último, sobre la actual temporada del Sevilla, comenta: 'Para el aficionado que entiende de fútbol la temporada está siendo buena. Hay que valorarla, porque no siempre se podrán ganar títulos, sino que se va trabajando bien cada año y a veces llegan los caramelos'.

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