Se presentó al auditorio como el capitán de un crucero, al frente de un viaje imaginario a través de la mediación. El coordinador de Mediación en conflictos ha sido recientemente nombrado director en España de la Fundación Cereco, de la Embajada de Paz Argentina. “Es mejor hablar antes que pelearnos y mucho mejor si lo hacemos con otras culturas, en otros idiomas y con otros países”, expresó Javier Alés.
Este profesor de Derecho Público en la Olavide definió la mediación como “una actitud en la gestión de un conflicto por el que expertos ayudan a las partes enfrentadas en la búsqueda de sus propios acuerdos”. Durante su conferencia, Los tesoros del Alquimista, quiso comparar ese viaje anunciado a través de la mediación con la obra de sobrada fama de Paulo Coelho.
En ese viaje imaginario, Alés hizo escala es distintos países y culturas para analizar sus métodos en la resolución de conflictos. El primer ejemplo recayó en los beduinos, un pueblo nómada que viaja a través del desierto y que dispone de una haima central, conocida como la casa de la verdad, para resolver los problemas que surjan entre ellos. “Lo primordial es la voluntad de hablar. Ellos intentan gestionar y llegar a una solución sin necesidad de instituciones o Palacio de Justicia”. En su opinión, las herramientas que se usan en la actualidad en la mediación se basan en métodos ancestrales, como los de la cultura beduina, “sólo que ahora se han profesionalizado”.
Otro de los destinos elegidos fue Hawai, donde cuentan con el Oponopono, un sistema con varias fases para la resolución de conflictos. “Primero aceptan reunirse, hacen una plegaria inicial a la divinidad, como cuando llevamos a nuestra Virgen a un examen”, bromeó. Tras buscar el problema, se comprometen a buscar una solución o a abandonar dicha búsqueda si ven que no es posible resolver el problema.
Otro de los casos que quiso destacar Alés como ejemplo de mediación son las asociaciones de familias israelíes y palestinas por la paz. “Nosotros, como profesionales de la mediación, no llamamos, es la gente la que tiene que acudir a nosotros como síntoma de que están dispuestos a dialogar. Esto es lo que ocurre con estas asociaciones”, explicó.
El también director del Máster en Mediación en la Pablo de Olavide, definió a estas asociaciones como “los únicos que han conseguido pequeñas cosas en el complejo conflicto entre Israel y Palestina”. Desde su punto de vista, estas asociaciones demuestran que “quienes pueden solucionar el conflicto son lo que realmente lo viven”.
Son las primeras paradas de un periplo que durará toda la semana a través de la mediación, sus posibilidades y su futuro.