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Javier Arenas ante la última oportunidad

El Congreso Regional del PP celebrado este fin de semana en Córdoba ha reelegido a Javier Arenas por cuarta vez como Secretario General con un respaldo casi unánime del 97%. Arenas sale muy fortalecido de un cónclave que, sin embargo, ha transcurrido de forma previsible, con escasa participación, confrontación de ideas y con ninguna crítica.

el 15 sep 2009 / 12:11 h.

El Congreso Regional del PP celebrado este fin de semana en Córdoba ha reelegido a Javier Arenas por cuarta vez como Secretario General con un respaldo casi unánime del 97%. Arenas sale muy fortalecido de un cónclave que, sin embargo, ha transcurrido de forma previsible, con escasa participación, confrontación de ideas y con ninguna crítica. Un congreso, en fin, a la medida de Arenas, cocinado por él mismo previamente y en el que sigue manteniendo a su núcleo duro en la ejecutiva, lo que aventura una estrategia política similar a la que ha venido practicando en los últimos años y que no le ha servido para ganar las elecciones en Andalucía, ni siquiera para arrebatar la mayoría absoluta al PSOE. Arenas, sin embargo, sale de este congreso con la oportunidad de acercarse al centro. Sus mensajes han estado dirigidos a los moderados, incluso a los "desencantados" del PSOE. Es en esa moderación donde Arenas tendría alguna oportunidad de hacer avanzar al PP en Andalucía y ése es el camino que parece haber tomado a tenor de lo dicho por él en el congreso. Dicha estrategia, sin embargo, no se compadece con los mensajes que ha lanzado también este fin de semana sobre la Objeción a la asignatura de Eduación para la Ciudadanía, el aborto o la eutanasia, donde ha vuelto a entroncar con el ala más radical de la Iglesia, desbaratando su intención centrista. Javier Arenas, fortalecido con Rajoy en Madrid y con un liderazgo indiscutible entre los militantes del PP-A, se enfrenta a la última oportunidad de ofrecerse como alternativa real de gobierno en Andalucía. Habrá que estar atentos a sus nuevas propuestas porque es evidente que su discurso del "régimen socialista" no le ha servido ante los electores. Estos tres próximos años dirán si Arenas se ha convertido en un político cuajado de centrismo, diálogo y lealtad institucional o sigue practicando una política de tierra quemada. Del modelo que elija dependerá su futuro.

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