Cultura

Javier Bauluz, fotoperiodismo para atravesar fronteras

Las redacciones "secuestradas" por grandes empresas o el periodista amordazado por acuerdos publicitarios ha hecho que Javier Bauluz abandere un proyecto de periodismo alternativo que presentó ayer en Sevilla en el marco del congreso Factor Humano.

el 15 sep 2009 / 23:30 h.

Las redacciones "secuestradas" por grandes empresas, el periodista amordazado por acuerdos publicitarios y el interés económico y político de los editoriales aplastando al interés informativo ha hecho que Javier Bauluz (Gijón, 1960), premio Pulitzer en 1995 con una imagen de difícil digestión sobre el drama de la inmigración en las playas de Cádiz, abandere un proyecto de periodismo alternativo que presentó ayer en Sevilla en el marco del congreso Factor Humano.

Una agencia independiente de noticias, "enfocada hacia el cumplimiento de los derechos humanos y alejada de otros intereses, donde la independencia del periodista sea fundamental", es lo que tiene atareado en este momento a Bauluz, que denunció ayer en Sevilla que "el periodismo está secuestrado. Ahora mismo, intentar hacer periodismo en este país y que sea publicado, es surrealista, incluso para un premio Pulitzer".

A esta aventura de independencia llega el fotógrafo asturiano después de años peregrinando por la realidad más miserable del hombre. Palestina, la Chile de Pinochet, Ruanda, Bosnia, Senegal, el Estrecho y todo el drama de la inmigración en las costas de Europa... "Podría decirse que uno está acostumbrado a vivir muchas atrocidades por el mundo, pero siempre hay cosas que te sobrepasan". Como en Palestina, como en Bosnia, como en Ruanda, donde Bauluz tuvo que enfrentarse a la muerte en estado puro. "Luego vienen los listos y los críticos de salón a decir que la culpa es del fotógrafo, que, por dedicarse a hacer fotos y no intervenir en el problema".

La intervención del periodista, lo tiene claro Bauluz, es otra. "Hay que denunciar, no confundir la honestidad con una pretendida veracidad que no existe. La objetividad es falsa, muy peligrosa y un tremendo error periodístico", explicó Bauluz, convencido de que hay que tomar partido por los buenos y hacer visible la realidad más atroz, "ésa que duele y que no se está contando".

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