Jesús Navas, con el nueve que habitualmente luce Fernando Torres, debutó con la selección española absoluta, en el partido internacional amistoso contra Argentina, que ganó la Roja 2-1, en la conmemoración del centenario de la Real Federación Española de Fútbol.
Fue un momento esperado por gran parte del fútbol español. El talento del volante derecho del Sevilla es innegable. Pero problemas personales, de ansiedad, reacio a concentraciones largas al margen de su entorno, trataron el asunto con mimo y tacto.
Esta semana Jesús Navas reconoció estar a punto. Ha madurado el futbolista de Los Palacios, de veintitrés años. El trabajo de los psicólogos se ha dejado notar. Y ya no quiere quedar al margen del devenir de una generación excelsa.
Siempre recurrido por los seleccionadores, su personalidad, tímida, al margen de los focos, otorgaron a su postura una situación especial. Luis Aragonés siempre miró de reojo su progresión. Pero la ansiedad le impidió incorporarse a concentraciones extensas.
La selección absoluta fue su colofón. Y ante Argentina llegó su ocasión. Para afrontar el tramo final del duelo. Nueve minutos de partido más el descuento. En sustitución de Andrés Iniesta.
El público que abarrotó el estadio Vicente Calderón le dio calor. Una gran ovación para hacer que el joven sevillano se sintiera como en casa. No rehuyó la situación el futbolista hispalense. Volcado a la derecha, como siempre. Pretendió despuntar y marcar el probable inicio de una nueva trayectoria.
