El Sevilla se reencontró con la victoria tras dos jornadas dejando escapar puntos contra pronóstico. Málaga y Valladolid lograron hacer daño al equipo de Manolo Jiménez, pero el Sporting, que no sabía lo que era perder en su campo, fue incapaz de neutralizar uno de los regalos para la vista que, una vez más, dejó la conexión entre Jesús Navas y Kanouté.
Si el pasado miércoles ante el Rangers uno forzó el penalti y el otro lo transformó con maestría, gol que a la postre decantaría la balanza, ayer volvieron a ser determinantes. Un jugadón entre ambos terminó con el balón en la red y bastó al Sevilla para llevarse la victoria, y, de paso, para recuperar el tercer puesto de la clasificación. Se trataba de ganar como fuera, y se consiguió, en un campo donde todo el mundo sufre pero en el que esta vez el Sevilla se llevó el gato al agua.
Jiménez buscó aire fresco, y para ello introdujo novedades en el equipo, novedades que a la postre dieron resultado. Dejó en el banquillo a dos ilustres como Renato y Negredo; Drago y Konko, improvisada pareja de centrales ante el Real Madrid, fueron titulares y ayudaron a mantener, no sin problemas, la portería a cero; Adriano, que no jugaba de inicio desde el pasado 17 de octubre, volvió a hacerlo, pero sólo duró 26 minutos sin lesionarse; en el centro del campo, Romaric, titular ante el Rangers, tuvo una nueva oportunidad para reinvindicarse y echó una mano, por implicación y por mayor presencia en el juego; y arriba, sin Luis Fabiano, Kanouté-Koné formaron pareja de delanteros, con el costamarfileño más entonado que otros días pese a carecer de ocasiones de gol.
SUFRIMIENTO. En cualquier caso, el intento de recuperar la mejor versión del equipo dio resultado a medias. Sacar el balón jugado se ha convertido en un hándicap. Málaga, Valladolid y Sporting han creado demasiados problemas presionando arriba. Ayer se volvió a regalar la pelota más de la cuenta en algunas fases del partido y, mercerd a ello, el rival se creció viendo que el Sevilla sufría sin ella. El peligro merodeó el área de Palop más de lo deseable, pero al menos entre todos evitaron que el Sporting marcase.
Mientras De las Cuevas y Gregory perdonaban sendas ocasiones con sólo tres minutos de juego, Kanouté adelantaba al Sevilla tras hacer bueno un jugadón con Jesús Navas, después de que Romaric, listo, sacase con rapidez una falta que cogió despistado al Sporting. Era el minuto 9. El franco-malí marcaba su segundo gol en cuatro días y Jesús Navas volvía a demostrar su calidad. El pase de gol no fue su único argumento. Crecido y jugando con sapiencia, el palaciego se erigió en el mejor futbolista del Sevilla sobre el césped por desequilibrar y hacer que la balanza se decantase. Incluso, pudo haber marcado el 0-2 si Gregory no hubiese sacado un remate suyo bajo palos.
NOMBRES PROPIOS. Navas brilló, una vez más, pero también Perotti. El argentino hizo daño sacando centros como el que permitió a Romaric cabecear y lamentar que el balón rozara el poste. O como el que sirvió, ya en la segunda parte, a Negredo. El madrileño, sustituto de un Koné más voluntarioso que resolutivo, volvió a fallar. Tuvo una buena ocasión y remató mal. Al Sevilla volvió a costarle un mundo ver puerta. El problema persiste.
Quien no falló fue un invitado sorpresa: Marc Valiente. El chaval del filial salió al campo tras la lesión de Adriano e hizo un buen partido. Pese a ver una peligrosa cartulina, supo mantener el tipo y ayudó al equipo a mantener la portería a cero para poder coger aire en Liga y dar una alegría a su afición.
FICHA TÉCNICA.
0-REAL SPORTING: Juan Pablo, Lora, Botía, Gregory, José Ángel, Míchel (Kike Mateo, m. 81), Rivera, Pedro (Maldonado, m. 64), De las Cuevas, Diego Castro (Carmelo, m. 64) y Barral.
1-SEVILLA FC: Palop, Adriano (Marc Valiente, m. 26), Konko, Dragutinovic, Navarro, Zokora, Romaric, Navas, Kone (Negredo, m. 56), Perotti y Kanouté (Renato, m. 79).
Gol: 0-1. m. 9. Kanouté.
Árbitro: Pérez Lasa. Mostró tarjetas amarillas a Míchel, Marc Valiente, Pedro, Gregory, José Ángel, Fernando Navarro, Lora y Konko.
Incidencias: Estadio El Molinón. Unos 17.000 espectadores.
