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Jiménez confía en que 'no le llegue la ansiedad' a sus jugadores

El entrenador del Sevilla, Manolo Jiménez, espera que a su equipo "no le llegue la ansiedad" en el encuentro ante el Deportivo que, de ganar, lo clasificaría para la Liga de Campeones, y ha pedido a sus hombres "no perder la paciencia y que jueguen sabiendo que contra el Numancia tienen otra bala".

el 16 sep 2009 / 03:07 h.

El entrenador del Sevilla, Manolo Jiménez, espera que a su equipo "no le llegue la ansiedad" en el encuentro ante el Deportivo que, de ganar, lo clasificaría para la Liga de Campeones, y ha pedido a sus hombres "no perder la paciencia y que jueguen sabiendo que contra el Numancia tienen otra bala".

Jiménez celebró el regreso a la convocatoria del delantero uruguayo Ernesto Chevantón, que ha acortado los plazos de recuperación de su lesión de rodilla, pero precisó que "está claro que no está al cien por cien, aunque físicamente se encuentra bien", y justificó su entrada "por la ilusión que tiene y el buen trabajo que ha realizado durante esta semana".

El técnico sevillista se defendió de las críticas por su planteamiento de la semana pasada al recordar que "el sistema más utilizado este año es el de los extremos" e incluso defendió su capacidad para "jugar con las variantes" al decir que el suyo es "el equipo que más puntos ha conseguido a partir del minuto 70".

Manolo Jiménez resaltó que el partido ante el Deportivo "es una final más y puede ser la última", pero advirtió que el cuadro gallego "no lo va a poner fácil porque cualquier equipo venía antes pensando que tenía un montón de posibilidades y ahora vienen a contrarrestar y a que no juegue el Sevilla".

"Es lo que tiene estar arriba, entrar en Europa y haber ganado títulos", sentenció.

El técnico afirmó que es "inevitable" el acto de despedida a Javi Navarro antes del partido, pero que él va a "intentar que no se distraiga nadie" con el homenaje a un jugador "que se lo merece todo".

"Dice adiós de la peor forma, por no poder vencer a una lesión", dijo.

Jiménez, cuya continuidad en el Sevilla aún no se ha decidido, asume que puede ser su último partido en el Sánchez Pizjuán porque "las instituciones perduran y los demás están de paso", pero que no piensa en su marcha, sino en contentar a una "afición exigente".

"He tenido que crecer porque una derrota en el Sevilla es una tragedia. Mi única obsesión es ir ganándome la confianza de todo el mundo. Ese es mi trabajo, mi día a día. Intentar por todos los medios que me respeten por mi trabajo", afirmó.

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