Manolo Jiménez sabe el valor que tendría ganar hoy, sobre todo en el plano anímico para equipo y afición. Ayer, el técnico del Sevilla asumió la obligación de dar otra imagen y, de paso, hizo una lectura serena y constructiva de las críticas.
'El partido toma tintes de final por la necesidad de querer ganarlo, pero hay que ser conscientes de que no lo vamos a ganar todo. Venimos de dar una triste imagen que no se ajusta a lo que queríamos y no podemos perdernos en justificaciones. Hay que ganar por todos los medios', dice.
A su juicio, el apoyo del sevillismo y su unión durante la temporada serán vitales para lanzar al equipo. 'La afición sabe que, el año pasado, en 38 partidos, fuimos los terceros mejores. Tenemos sólo un punto menos que el año pasado en el comienzo liguero y hay que intentar rebasar los 70, lo que sería una magnífica temporada', comenta.
Jiménez, en cualquier caso, respeta las críticas. 'La afición es soberana. Está en su derecho de opinar, de pedir lo que quiera, y tenemos que estar preparados para trabajar tanto para los que son críticos como para los que no. Mi obligación es intentar conseguir los objetivos marcados. La afición es muy libre, los sevillistas no son borreguitos', afirma.
Eso sí, no oculta su deseo de ver 'un sevillismo unido en busca del engrandecimiento de esta plantilla y del club'. 'Que después haya disparidad es muy aceptable. El Sevilla ha conseguido mucho gracias a su afición, y conseguirá más. También me gustaría que tuviese las exigencias de ahora y el hambre de hace tres años', añade el de Arahal.
Preguntado por la alineación, dice que no quiere que la sepa Marcelino antes que sus futbolistas, si bien da por segura la titularidad de Luis Fabiano, en plena racha con su selección.
