Manolo Jiménez afronta el partido de esta noche, último de la Liga en casa, con calma, huyendo de la ansiedad, mirando al futuro con optimismo y, por supuesto, como un punto y seguido en el banquillo nervionense. El de Arahal quiere lograr el objetivo "ya".
Será el último encuentro en el Sánchez Pizjuán de la temporada, pero Manolo Jiménez no cree que vaya a ser también su último partido en el banquillo sevillista, pese a las dudas que se ciernen sobre su futuro. "No puedo pensar en eso porque ni lo quiero ni lo siento. Las instituciones perduran y los demás estamos de paso. Conmigo la afición es exigente porque me conocen desde pequeñito. Agradezco esa exigencia de los medios y de la afición porque estoy haciendo un máster. He tenido que crecer porque una derrota en el Sevilla es una tragedia", explicó el técnico, que siguiendo con el mismo asunto agradeció el apoyo mostrado por varios de sus jugadores, como Palop y Escudé: "Gusta. Saben de la implicación que tengo con el equipo y lo mismo digo, que estoy muy comprometido con este equipo porque hacen un trabajo increíble. El reconocimiento es mutuo".
Con respecto al desarrollo del encuentro, advirtió el técnico contra "la ansiedad". "El partido dura 90 minutos más el descuento. No podemos perder la paciencia. Hay que jugar sabiendo que contra el Numancia tenemos otra bala... pero no debemos dejar pasar el tiempo y hay que solucionar la tercera plaza en esta jornada", señaló.
También intentó aclarar el entrenador nervionense sus controvertidas decisiones acerca de los sistemas tácticos utilizados, sobre todo tras prescindir de los extremos en Pamplona. "El sistema más utilizado por el Sevilla este año es el de los extremos. Puedo entender que cada persona tiene una idea y un equipo, pero yo soy el responsable de tomar las decisiones que creo oportunas. Dentro de las variantes que tenemos somos el equipo que más puntos ha conseguido a partir del minuto 70, lo que quiere decir que tiene mucha importancia cómo acaba el equipo, no sólo como empieza".
Por último, calificó el partido ante el Dépor, que "no lo va a poner fácil", como "una final más y puede ser la última" y dijo sobre Kanouté que "jugará si está al cien por cien, si no, no".
