El entrenador del Sevilla, Manolo Jiménez, comentó hoy que se siente "más reforzado que hace 48 horas" para el partido liguero que su equipo afrontará mañana ante el Xerez.
De hecho, el de Arahal no oculta el difícil momento en que se encuentra un Sevilla que lleva un mes sin ganar un partido, aunque prefiere no dramatizar.
"Hay análisis que no se pueden hacer públicamente. Todos los jugadores quieren, pero hay algunos que no pueden dar su mayor nivel, porque no lo han alcanzado. Estamos echando de menos el mayor nivel de futbolistas muy importantes, pero no son culpables por las lesiones, por la baja forma que han alcanzado o por no entrenar con la regularidad apropiada", indicó.
Por lo tanto, Jiménez no se escuda en excusas. "Hay que buscar soluciones y no achacar los problemas como excusa. Si ahora utilizamos los problemas como excusas no vamos a ninguna parte. Hay que buscar la luz y no la oscuridad", destacó.
Pero, sin duda alguna, la atención en este prepartido se centra en el propio Jiménez, sobre quien ya se comenta que podría ser cesado en caso de derrota. El de Arahal, por contra, insiste en que se siente
"más reforzado" aún que el pasado sábado, cuando el Sevilla cayó (2-0) ante el Espanyol, con una pésima imagen.
"El hecho de ver que jugadores y el resto de los integrantes del plantel está comprometido en sacar los objetivos adelante, te motiva. Estamos en una situación en la que nos hemos metido nosotros mismos y somos nosotros los que tenemos que sacar al equipo de ahí", apuntó.
Jiménez lanzó una mensaje inequívoco. "Yo no le temo a nada, sólo a las enfermedades. Le tengo una gran respeto a todo el mundo. *Te atreves a decir que no voy a acabar tercero? -cuestionó a un periodista-. Pues yo voy a pelear. En este momento estamos quintos, a dos puntos del Mallorca y a seis del Valencia. Podemos alcanzar el tercer puesto, porque somos equipo para alcanzar el tercer puesto", añadió.
Y, por si aún quedaran dudas, destacó que cuenta todavía con el respaldo de quienes mandan en el club. "Tengo la confianza de las mismas personas que han tenido confianza en mí en otros casos iguales. El único problema es que dependo de los resultados y que estoy convencido, pero convencidísimo, de que vamos a conseguir buenos resultados. Confió en las mismas personas que confían en mí y desconfío en las mismas personas que desconfían en mí y siguen desconfiando", indicó.
"Me quedo con mi trabajo diario". Por eso, el preparador sevillista defiende su labor al frente de la plantilla. "Me quedo con mi trabajo diario y con las ganas de sacar esto adelante, porque hace dos años era igual, el año pasado, casi por estas fechas, era igual...", recordó.
En cuanto al partido en sí ante los xerecistas, Jiménez no le resta a este derbi andaluz ni un ápice de la trascendencia que ha cobrado tras lo sucedido en la última jornada.
"Está claro que el partido del Xerez es vital y tenemos que ganarlo, es importantísimo, independientemente del rival que sea. El presente es ganarle al Xerez, no al colista. Es un equipo de Primera y son tres puntos que da igual quien viniera, porque necesitamos ganar", concluyó.
