El escritor Joaquín Berges (Zaragoza, 1965) visitó Sevilla esta semana como Nuevo Talento FNAC con su segunda novela, Vive como puedas (Tusquets), donde se adentra en los territorios del humor sin dejar de mostrar el lado duro de la vida actual. "Hay poca gente que viva como quiere, pero el ser humano no está programado para la infelicidad y el aburrimiento. Por eso debemos hacer un esfuerzo de liberación personal", asevera.
-Los conflictos de familia han alimentado desde siempre a la literatura, y siguen haciéndolo. ¿Es un tema inagotable?
-Sí, los líos de familia son inagotables, porque se van adaptando a los tiempos. La familia de mi novela es muy actual, porque resulta estar desestructurada en dos partes, la que corresponde a la primera mujer del protagonista, y la de la segunda. Cada una, además, vive con hijos de distintas edades, lo que da lugar a problemas de toda índole... Pues bien, creo que en materia de historias de familias no hemos hecho más que empezar. Espera que lleguemos a las monoparentales, etcétera...
-Ha citado una película de Frank Capra, Vive como quieras, como la principal inspiración de su obra, empezando por el título. ¿Qué le sugirió este filme?
-Lo que más me gusta de Capra es su habilidad para enfrentar dos mundos, el de una familia que vive como quiere, sin preocuparse por nada, y el de otra familia, ésta de banqueros, a la que no le gusta nada lo que hace, pero después de todo es su devoción. Ese choque entre obligación y devoción es lo que me gusta de la película.
-El protagonista sueña con escribir guiones, sin darse cuenta de que las mejores historias las tiene delante de sus narices. ¿La realidad siempre supera a la ficción?
-Sí, eso es lo que le pasa a Luis, que es ingeniero, pero lo que querría es dedicarse a escribir comedias, eso es lo que siempre le ha gustado. Querría dedicarse a otra cosa distinta de aquella con la que nos ganamos la vida, como nos pasa a casi todos, pero ninguna productora acepta sus guiones. Por eso empieza a escribir un diario, sin darse cuenta de que la comedia la tiene ahí delante, pero no la sabe ver. Toda su vida, en cierto modo, es una sitcom, una comedia de situación.
-Es curioso que hace décadas mucha gente creyera que su vida era una obra de teatro, un vodevil; después, se decía "mi vida es una película", y ahora ya nos vemos a nosotros como protagonistas de una serie...
-En efecto, ése es el punto de partida. La peripecia de Luis arranca como una sitcom, una situación deliberadamente escénica que al desarrollarse genera situaciones disparatadas, conversaciones imposibles, una atmósfera de comicidad permanente... Y creo que, al tiempo que los formatos van cambiando, también cambia nuestra concepción de las cosas. Tan es así, que la comedia de Capra fue primero una obra de teatro en el 36, una película en el 38, y en los años 80 inspiró una serie de televisión...
-¿Está el humor tan estigmatizado en la literatura española?
-No acabo de entenderlo muy bien, pero lo cierto es que no está bien visto, o se considera un género menor. Mi primera novela, El club de los estrellados, era más literaria, más dramática, y ahora con Vive como puedas me he puesto a hacer humor. Conozco las dificultades de ambos géneros, y puedo asegurarte que es mucho más difícil hacer reír que hacer llorar. No entiendo el prestigio que posee el drama, y más teniendo España autores como Eduardo Mendicutti, Antonio Orejudo o David Trueba, que han hecho novelas cómicas de mucha altura.