Jordi Figueras posa en la ciudad deportiva del Betis / Manuel R.R.
Los béticos no recuerdan el nombre de Jordi Figueras con especial alegría e ilusión (lógico), pero tras quedarse en el Betis por voluntad propia, ha conseguido ganarse la confianza de Julio Velázquez, que sí cree en él.
Los enormes y garrafales errores defensivos que tuvo el conjunto verdiblanco la temporada pasada fueron una condena total, una barrera que fue imposible de superar. En muchos de ellos aparecía el nombre de Jordi Figueras, en el que destacan los dos goles que metió en propia puerta y, sobre todo, el error que cometió en los instantes finales del partido frente al Rayo Vallecano que terminó provocando la destitución de Pepe Mel.
El catalán pudo irse libre al terminar el curso, al igual que Verdú, pero decidió quedarse, implicarse y proponerse convencer a todos de que puede jugar en el conjunto verdiblanco, a pesar que su ficha se ha visto reducida un 50%.
A la primera persona, y por el momento la única a la que ha convencido, es a su entrenador, que lo ha puesto como titular en todos los amistosos, jugando los 90 minutos en el último. Pero ahora el central deberá asumir el reto más complicado de todos: ganarse a la afición, demostrarle que es un futbolista apto y que ha sido un acierto que él haya decidido quedarse y que desde el club no le hayan obligado a irse, como le ha ocurrido a su compañero Paulao.
Las pretemporadas están para practicar, corregir errores e intentar llegar al principio de la competición en el mejor estado de forma posible. Pero el inicio de Liga se acerca y hay que empezar a establecer ciertas bases. Por ello, Velázquez quiere asentar cuanto antes las piezas claves de su plantilla y una de ellas es Jordi Figueras, al menos mientras lleguen los supuestos refuerzos.
Es cierto que fichajes ha habido en la zona de atrás, pero visto lo visto, parecen más que insuficientes. En los siete encuentros preparatorios que han jugado hasta la fecha los errores defensivos han sido una constante. Uno de los principales motivos por los que el Betis bajó a Segunda División está aún sin corregir.
De esos siete partidos, los verdiblancos han salido derrotados en dos de ellos (Elche y Marbella), pero las victorias frente a rivales de pequeña entidad (Brigthon, Cartagena, Sanluqueño, Isla Cristina y Motherwell) tampoco es que sean motivo para un optimismo exagerado.
La pareja formada por Perquis-Jordi ha recibido tres goles, dos la de Bruno-José Carlos, uno la de Caro-Jordi y la de Caro-Perquis. Los que han ayudado a dejar su portería a cero han sido los dúos formados por Caro-Bruno, Perquis-Bruno y Figueras-Bruno. Precisamente Bruno es de lo más positivo, pues poco a poco ha ido adaptando a sus compañeros y logrado aportar algo más de esa solidez que tanto necesita el cuadro bético.
A los hombres encargados de liderar la zaga hay que sumar la aportación de los laterales. El izquierdo parece estar bastante cubierto con Álex y Casado, pero en el derecho, aunque Caro también pueda jugar ahí, es donde reside el principal problema, pues Molinero, con Juanfran apartado, no puede estar siempre para todo.
Lo que sí parece claro que con los futbolistas que tiene el técnico del Betis en estos momentos Figueras es clave, Perquis y Bruno se disputan ser su acompañante, aunque el franco-polaco parte con ventaja. Molinero será el dueño del lateral diestro y en el zurdo la batalla se prevé larga e intensa.
