Jorge Bucay (Buenos Aires, 1949) tiene el don de encandilar con su palabra y engatusar con sus parábolas. Lo demostró en la segunda cita más mediática de la Feria -tras Joaquín Sabina-. Vino a presentar su nuevo libro, 'Las 3 preguntas' (RBA), pero el público quiso llevarse toda su colección.
Entró en la carpa en loor de multitudes y se fue dejando un reguero de aplausos entusiasmados, miradas emocionadas y algún que otro charquito de lágrimas. Y es que Bucay quiso recompensar el retraso de media hora en el inicio de su intervención con una larga sesión de psicología grupal. El escritor argentino, autor de bestsellers como 'Amarse con los ojos abiertos' o 'De la autoestima al egoísmo', lamentó la tendencia que tienen las personas a "pensar que ellos son los idiotas cuando no entienden las cosas o a los demás".
Para alcanzar sus conclusiones, Bucay echa mano de la cuentística popular, acude al sabio sufí Nasrudín o rememora y novela una anécdota de su infancia en un humilde barrio bonaerense. "Les aseguro que no sé ni la décima parte de lo que ustedes creen que yo sé", confesó el escritor al inicio de su alocución. Como todo mago de la palabra que se precie, el autor de 'El candidato' sabe dosificar sus cánones, y los anticipa con simpáticas parábolas: "La felicidad es la certeza de no sentirse perdido", "No hay que morir por el otro, sino vivir para disfrutar juntos", axiomas todos ellos que Bucay maneja como armas terapéuticas para llegar al corazón de sus fieles.
"Por favor, no llore", espetó a una chica que aguardaba de pie entre el público que abarrotó la sala. Un aplauso espontáneo del aforo la conmovió aún más. Para cada uno, Bucay encuentra una verdad que hace que le roce el sentimiento de un modo especial: "Ser felices es una obligación, desconfíen de todo el mundo, anímense a preguntarse a sí mismos", siguió diciendo.
En su nueva obra, el escritor continúa ahondando en lo que considera la clave de la vida. Una vez que se ha conseguido el bienestar, Bucay solicita que cada uno encuentre la sabiduría: "En la medida en que uno es más sabio puede hacer más y mejores cosas por este mundo". Y por si a alguien no le quedó claro, el firmante de 'Cuentos para pensar' rubricó con un ejemplo su afirmación: "No podemos salvar a alguien si no sabemos nadar". Azote de los ignorantes y látigo de quienes pasan por el mundo sin disfrutar de la vida, Jorge Bucay acabó su celebración -tiene el verbo de un gran escritor y el gancho del mejor predicador- encargando al público deberes para casa: "Aprended a ser libres", "buscad la libertad" y así hasta una veintena de tareas, las mismas que se recogen en su manual 20 pasos hacia adelante. Y como colofón, este sabio domador de humanos acabó haciendo magia, magia de la de siempre. Pero no en vano. En Bucay todo encierra un pensamiento posterior: "Id siempre más allá de lo que veis".
